La pelota no pica, ni siquiera en los entrenamientos, pero el básquet mete mucho ruido y está en una semana definitoria, tanto a nivel local como nacional. El miércoles 30 se llevará a cabo la asamblea de la Federación del Neuquén y unas horas más tarde, el sábado 3, será el turno para la Confederación Argentina, con la reforma del estatuto en el centro de la escena.
En tiempos de normalidad, ésta debería ser una época de equipos en pretemporada y cuenta regresiva hacia los debuts en los torneos nacionales, pero no. La pandemia trastocó todos los planes, los dirigentes tomaron una relevancia nunca vista y sin dudas, se transformaron en los protagonistas de la actividad. Y en el medio brotaron diferencias de todo tipo.
Se recrudeció la interna Sergio Gatti-Jorge Comoli, apareció un tercero en discordia, Luciano Saborido; y a nivel nacional, Fabián Borro escuchó más críticas que elogios, pero, dicen, tendría los votos suficientes para ganar la batalla del nuevo estatuto, su gran objetivo.
Lo cierto es que, ante la ausencia de partidos, la abundancia llegó desde los escritorios, las PC prendidas las 24 horas, zoom para todos los gustos y ni hablar de los celulares, que explotaron (y explotarán) durante la semana que se viene.
3 candidatos, 10 clubes: “Hay una desproporción importante, con 11 equipos (en realidad podrán votar 10) y tres listas. Me llamaron de Buenos Aires y se mostraron sorprendidos por la situación”, afirmó Eduardo Armer en declaraciones a Grito Sagrado (AM 550).
Sin dudas, el extécnico de Independiente no hizo más que poner blanco sobre negro en una situación desesperante. Neuquén tiene un problema de fondo (y de base) con una ínfima cantidad de clubes. Así es imposible seguir.
“Neuquén es muy especial. No ha logrado afianzarse y no ha tenido un salto de calidad, como para acercarse a las mejores provincias. Tenemos que pensar como región y no sólo lo digo por el interior, sino también por los vecinos de Río Negro. Ellos necesitan de nosotros y nosotros de ellos”, agregó Armer.
De cara a la asamblea del miércoles, el extécnico no dudó en dar su verdecito: “Saborido es un cambio generacional, es aire fresco. Por qué no darle la chance”, lanzó.
Y fue crítico con los otros candidatos: “Gatti y Comoli, de manera alternada han estado al frente de la federación. Conozco su forma de trabajar, pero los tiempos cambian. Gatti está con otra mentalidad y se olvidó de sus orígenes de defender los intereses de los clubes de acá. Y Comoli convocó a los clubes, pero a la vez dijo que quería ser presidente de la CABB…”
Al margen de su postura, Armer tiró data para tener en cuenta de cara al futuro. Cualquiera sea el ganador de la asamblea, queda claro que el básquet provincial debe reaccionar. Si el voto popular tuviera validez, Saborido ganaría con comodidad porque lidera en todos los sondeos (en Aguante Neuquén supera el 70 % contra el 16 de Comoli –actual vice- y el 13 de Gatti –actual presidente-), pero, está dicho, los votos sólo serán 10 (Petrolero, Pérfora, Plottier, Español, Biguá, Pacífico, Independiente, Zorros, Lácar y Centenario) y los pronósticos en la previa son variados.
Ruidoso estatuto: La palabra estatuto le peleó mano a mano a la pandemia durante estos interminables seis meses. Generó ruido, dividió aguas y, como siempre ocurre, sonaron más fuertes las voces en contra de la propuesta de Fabián Borro. Primero (y sigue) con el tema del protagonismo que podrían perder las Asociaciones. Y ahora se sumaron las voces en relación al sistema que piensan implementa con el plan de Clubes Formadores.
Luis Osés, dirigente de Independiente, alzó la voz en los últimos días e incluso intentó, sin suerte, hacer un debate con Sergio Gatti, quien además de titular de la federación es secretario general de la CABB.
“Tienen una buena idea con lo de los clubes formadores, pero hay un punto que dice ‘beneficios’, que en realidad deja mucho que desear. Habla de clasificar directamente a las finales. O sea que si vos tenés psicólogo, kinesiólogo, masajista, utilero, inglés, japonés…., pero no ganás en la cancha, igual vas a la final. Se pierde el espíritu del deporte”, arrancó.
Y remató: “Es increíble, estamos ante la presencia de algo patético. Desvirtúan todo, es para concentrar el poder en una o dos personas para manejar todo en Buenos Aires. No sólo van a controlar el básquet profesional, sino también las formativas”.
Si bien es cierto que la ola de críticas fue constante (hubo de diferentes sectores de Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, parte de Río Negro), Borro y cía confían en reunir la cantidad de votos. Así como muchos se mostraron contrariados, otros ya decidieron. “Corrientes definió su voto positivo para el nuevo estatuto de la CABB”, tituló el diario El Litoral hace unas horas.
El mismo trabajo puerta a puerta que hizo Borro para llegar a la presidencia de la CABB lo realiza ahora. Cuando asumió, lo hizo sin asamblea mediante. Federico Susbielles bajó su candidatura porque una federación no decidió su voto. ¿Cuál fue? Sí, la de Neuquén. ¿Por qué? Por la disputa entre Gatti y Comoli. Los dos van por la presidencia y tienen a Saborido como rival. Al ganador, un pedido: acomoden la casa, sumen equipos y después piensen en “las grandes ligas”.