Por Cristian Helou
La pista de pumptrack, nueva joyita de la Ciudad Deportiva, está a punto de ser inaugurada y ya se habla de competencias mundiales. Fue una obra anunciada en febrero, realizada con extrema rapidez y visitada como ninguna. Eso sí, por falta de tiempo o tal vez de cómodos accesos, en la recorrida no pasaron por otros sitios prometidos hace un largo rato y que atraviesan por diferentes situaciones.
Y acá van tres casos. El primero tiene que ver con la cancha de agua de hockey sobre césped, que iba a ser única en la región patagónica y tenía prevista su apertura para junio de 2019 con la presencia de Las Leonas. Las cintas todavía no se cortaron y encima mutaron en yuyos, el piso está seco y la selección de Argentina vino a Neuquén, pero anduvo por la Legislatura y jugó un amistoso en la cancha de Independiente.
Otra obra en ejecución es la cancha de Villa Iris, equipo de Lifune que nació en épocas de un poderoso MPN blanco y que incluso fue potencia futbolística a comienzos del 2000. Luego de un largo peregrinar por varios reductos de la capital, consiguió su terreno en la CD, empezaron los primeros movimientos, se pidió la bendita carpeta verde y arrancaron con la construcción de los vestuarios.
Colocados los primeros ladrillos, alguien se dio cuenta que habían sido puestos en un sector de caminos internos del predio. Por suerte, ya se movieron al lugar correcto. O más o menos: dicen que cuando tomaron las medidas, se adjudicaron unos metros que estaban destinados al béisbol…
La obra 3 ni siquiera está en marcha y es la de beach hándbol. A fines de septiembre 2021 dieron la novedad y hablaron de un par de canchas, con un microestadio y la idea de organizar torneos de envergadura en Neuquén. La movida tenía sentido porque es una disciplina en constante crecimiento y especialmente presencia continua en selecciones nacionales. De hecho cinco deportistas provinciales estarán en el Mundial de Grecia que comenzará en los próximos días.
Ese anuncio fue uno de los últimos de Luis Sánchez como ministro, porque en diciembre asumió Alejandra Piedecasas y evidentemente hubo un barajar y dar de nuevo. Cambiaron los proyectos, también los nombres de segundas y terceras líneas, y esto, claro está, marca la alarmante ausencia de un plan.
No hay dudas de que se hacen obras, pero la planificación no existe. Y en el medio aparece esa grandilocuencia mundial que tanto gusta en el gobierno provincial. Trascender a cualquier precio, pero en disciplinas que no son masivas.
Sánchez, en su último año de gestión, obvió usar el lema de la Revolución Deportiva. Piedecasas, desde que asumió, lo retomó. Ni antes, ni ahora, se lleva adelante. Anda a los tumbos, con obras a mitad de camino y otras que aun no arrancaron, pero también con una pista de pumptrack, que se terminará en tiempo récord y tendrá, muy pronto, una competencia de carácter internacional con aporte del gobierno provincial.
La trascendencia deportiva de Neuquén siempre va por los mismos carriles. Espectáculos convocantes pero esporádicos, sin grandes referentes locales y, en lo posible, relacionados con el turismo. El TC, las otras categorías fierreras de relieve, el Mundial de motocross, el mundial master de mountain bike o las pruebas de trekking o running llegan a la provincia por dos motivos: una naturaleza majestuosa y plata.
El verde (natural) se aprovecha para los deportes extremos en sitios de belleza infinita, y el billete para compensar la sequía de un autódromo feucho, pero con ese brote petrolero que permite pagos que salen rápido de las arcas provinciales. También abunda, claro está, el verde sintético y de plástico que se reparte, en demasía, en todo el territorio neueuquino.
Y en esa Revolución Deportiva que parece estar de vuelta, el municipio tiene una cuota importante. Mariano Gaido acompañó a Omar Gutiérrez en varias movidas, entre ellas una de las visitas a la pista de pumptrack. No podía faltar el creador del “pum, pum, pum” a esta nueva joyita que, dicen, será de las mejores de Sudamérica.
El intendente capitalino, que tiene intenciones de ir por su segundo mandato en la ciudad pero siempre suena para Roca y Rioja por si fallan los cálculos azules, está entusiasmado con el deporte. Va seguido al SAF de San Lorenzo que inaugurará en agosto, anunció otros similares para Parque Industrial y el barrio Confluencia.
Claro que ese contagio también abarca esa falta de planificación que reina a nivel provincial. Y uno de los temas que provoca confusión es el de la pileta de natación. Primero, prometió una de 50 metros en la zona del balneario Municipal, después dijo que eran dos de 25, una en Melipal y otra en Confluencia. Y al final, terminó hablando del Limay y el Neuquén….
Por ahora es un tema en el hace agua. Lo que la ciudad necesita es un natatorio olímpico, de 50, para que los jóvenes talentos puedan entrenar como corresponde. Varios deportistas quedaron en el camino por dar ventaja en los Nacionales y ésa es una obra que se impone, que va de la mano de una Revolución Deportiva. Trascender con atletas locales es la cuestión y para eso hay que planificar. En otras palabras, menos “pum, pum, pum”. Más “plan, plan, plan”.
