Los Juegos Panamericanos de Mar del Plata cumplen 25 años y dos neuquinos, Rosana Sastre y Camilo Soto, alcanzaron la gloria e una competencia que marcó a fuego al deporte nacional. Algunas disciplinas resurgieron, otras se consolidaron y principalmente, Argentina entró en esa rueda de sueños olímpicos que cumplió a medias en los JJOO de la Juventud 2018 y que puede llevar a organizar los principales en el futuro.
Lo cierto es que hace exactamente un cuarto de siglo, la ciudad bonaerense fue el centro de atención americano. Se pusieron en marcha el 12 de marzo, la fiesta de clausura fue el 26 y Argentina terminó cuarta en el medallero, 40 oros, 45 platas y 74 bronces. Totalizó 159, su mejor cifra de la historia. La última referencia, Lima 2019, dejó una cosecha de 101 (33-34-34).
La actuación de Sastre en esa competencia fue soberbia y se transformó sin dudas en la figura de la selección de patín carrera, incluso por encima de la estrella local Nora Vega, quien tuvo el privilegio de encender la llama en la ceremonia de apertura.
La neuquina se colgó seis medallas (dos de oro y cuatro de plata) para alcanzar una de las actuaciones más brillantes de su campaña. El lunes 13 ganó los 5.000 metros a los puntos y un día más tarde terminó en lo más alto del podio en los 5.000 a la americana, junto a Vega y otra grande de la disciplina, Andrea González.
Lejos de aflojar, en los días siguientes, Rosana metió otras cuatro platas: el martes 14, en los 1.500 sprint; jueves 16, 10.000 metros por eliminación; viernes 17, 5.000 metros en ruta; y sábado 18, maratón de 21 kilómetros. Inolvidable.
La otra medalla neuquina que viajó para estas tierras, más precisamente a Picún Leufú, fue la que se colgó Camilo Soto. Argentina venía de varias medallas de bronce y la localía lo obligaba a ir por más. Con Daniel Castellani de DT y una gran tarea de Javier Weber, Jorge Elgueta y Marcos Milinkovic, llegó el título luego de un partidazo ante Estados Unidos (3-2)
Además de Camilo y los tres estelares, integraron el equipo Fabián Barrionuevo, Fernando Borrero, Sebastián Jabif, Christian Lares, Pablo Pereira, Guillermo Quaini, Eduardo Rodríguez y Alejandro Romano.
Esteban y una perla futbolística
No es neuquino, pero casi. Esteban De la Fuente, emblema en la mejor época de Independiente, fue una pieza clave de la selección Argentina de básquet, que logró el primer oro de su historia en los Panamericanos. El festejo se potenció porque en la final dejaron en el camino a Estados Unidos (90-86). Fue la antesala del Preolímpico de Neuquén (en agosto de 1995 cuando se inauguró el Ruca Che) y en cierta media, el paso previo a la Generación Dorada. De hecho, dos de sus integrantes estuvieron en esa conquista de tierras marplatenses: Frabricio Oberto y Rubén Wolkowyski.
Si de fútbol se trata, el equipo tenía la obligación de ganar y lo hizo. Cortó una racha de 24 años y no se la llevó de arriba. Empató 0-0 con México y fue más en la definición por penales (5-4). La perla: Marcelo Gallardo y Guillermo Barros Schelotto coincidieron en el plantel confeccionado por Daniel Passarella y lo festejaron a full.
