Por Cristian Helou
Pérfora no sólo tiene asistencia federal perfecta, sino que además se las ingenia para dar pelea. Siempre arma equipos competitivos, está camino a la clasificación y uno de los responsables es Nicolás Ruiz, un todoterreno de 1.92 metros que llegó desde Nicolás Avellaneda de Santiago del Estero y rápidamente se acomodó a los requerimientos del cuerpo técnico que comanda Fernando Claris.
En una competencia donde no sobran centímetros, Nicolás es de los que se anima a meterse en el juego interno y esa versatilidad lo llevó a tener una media de 13.8 puntos por juego. Va a la par de Rodrigo Lavezzari (13.9) y, juntos, asoman como los líderes de la esperanza Verde en el tercer escalón del básquet nacional. Con récord de 12-6, Pérfora mira a todos desde arriba y el viernes buscará dar un paso clave contra Roca, en el Malvinas Argentinas”
“El balance es muy positivo. Tenemos los objetivos claros y si bien es cierto que tuvimos unos baches, supimos levantarnos. Encontramos nuevamente la esencia de juego que habíamos tenido en el principio y ahora trabajamos día a día para desplegar nuestro plan en estos partidos que quedan de la fase regular”, analizó el santiagueño de 25 años.
El ex Olímpico de La Banda agregó que “el equipo está bien, recuperamos algunos jugadores y se notó en el rendimiento. Somos conscientes de la etapa en la que estamos y creo que vamos a llegar en buena forma a los próximos juegos. Para nosotros son todas finales, pero tenemos una mentalidad muy fuerte. Hay que llegar de la mejor manera al partido con Roca, que es el próximo rival”.
Aunque el Verde está muy bien perfilado, Nico toma recaudos. “Todos están con posibilidades y hay equipos que son fuertes. Lo veo muy parejo y eso es algo muy bueno, porque el torneo se puso muy lindo. Creo que tenemos que esperar unos partidos para ver con mas claridad la tabla. Nosotros seguimos con el plan y sólo pensamos en eso: siempre partido a partido”, insistió.
Aguerrido para jugar y tranquilo para hablar, Ruiz cerró: “Me siento muy bien, con el club, con la ciudad. La gente es muy cálida y eso es clave cuando te vas tan lejos de tu casa. Estamos todos muy contentos y se armó un gran grupo humano”.
