Por Cristian Helou
Mauro Natta fue el tapado en el listado de refuerzos que metió Pérfora para el Torneo Federal de básquet. El equipo mantuvo una base, llegaron nombres conocidos y la del alero santafesino no estaba en los planes de nadie. Ya tuvo dos funciones, una vestido de verde, otra de blanco y en ambas dejó una certeza: será vital para Fernando Claris en una temporada que puede ser inolvidable.
El alero de Tostado (Santa Fe) aporta gol, pero también es clave en defensa y así lo demostró en los juegos de arranque en la zona Partagonia, donde el Verde e Independiente picaron en punta y se verán las caras el viernes, en el Malvinas Argentinas de Plaza Huincul. Sin dudas, el partido más prometedor cayó temprano en el fixture.
“Vi el último partido que jugaron de local y tienen jugadores de jerarquía. Nos tenemos que preparar bien porque va a ser durísimo”, afirmó Mauro luego de la práctica nocturna del martes.
En su primera experiencia lejos de su tierra, el alero opinó que “la zona Patagonia es bastante dura. Nadie te regala nada y más a mí, que no me conocen y tengo que pagar derecho de piso en estos primeros partidos”.
De todas maneras fue categórico y completó: “Estamos con muchas ganas de pelear arriba y para hacerlo tenemos que ganarles a todos. Estamos mentalizados en que hay que dar lo mejor”.
En el Mundo Pérfora esquivan la palabra candidato. Todos eligieron el perfil bajo y el clásico partido a partido. Mauro entendió el mensaje y se expresó en esa sintonía. “No pensamos en eso. Sabemos que para estar primeros el equipo tiene que entrenar duro. No tenemos que pensar que está todo ganado. Nadie está relajado. Tenemos todos las mismas ganas y mucha hambre de gloria. Si seguimos por este camino se van a ver los frutos”, afirmó.
El Verde experimentó dos historias muy diferentes en este comienzo. Arrancó con un trabajado 61-50 sobre Pacífico en casa y dio el golpe ante Cipolleti (97-91) en doble tiempo extra.
“Fueron muy distintos. Con Pacífico no llegamos bien, teníamos un par de lesionados, otros con gripe y a la hora de jugar fue muy enredado. Típico de arranque de temporada, pero la clave estuvo en la defensa y sabíamos que de local no podíamos perder ningún partido”, empezó
Y siguió: “Con Cipolletti sabíamos que era una cancha difícil, pero fuimos decididos y minuto a minuto nos dimos cuenta que si los llevábamos al error, en el último cuarto se les iba a complicar. Claramente fue así, por más que tuvimos que jugar dos suplementarios”.
Mauro está a 1.580 kilómetros de casa pero la pasa bien en Plaza Huincul. “Estoy muy cómodo, más que bien. Con el tema de la distancia me queda bastante lejos y siempre cuesta un poco acomodarse, pero es lo que elegí. Acá estoy para jugar al básquet y dejar todo”, cerró el santafesino. El tapado que llegó de Central Argentino de Ceres que va camino a dejar una marca en el Verde.
