Por Cristian Helou
En los últimos días y desde diferentes sectores, se anunció con bombos y platillos que está confirmada la fecha del Mundial de motocross en Villa La Angostura. Dicen que el 21 y 22 de noviembre la localidad neuquina recibirá la última fecha de un calendario que, como todos, fue suspendido y aspira a salvar el año.
Si de salvación se trata, Neuquén siempre aparece como fija en la consideración nacional y en este caso internacional. Sin embargo, hay que ser realistas y salvo un milagro (o varios), la situación está muy lejos de ser la ideal para llevar adelante el show de las motos voladoras en la paradisíaca villa del sur provincial.
Con una mirada optimista en la empresa organizadora sostienen que dan los tiempos para llevar adelante la prueba. Sin embargo, las modificaciones fueron constantes, en un principio la idea era reanudar el certamen el pasado domingo 5 en Rusia. Ahora dicen que será durante el mes de agosto, en Letonia….Y seguramente habrá más cambios.
Por lo pronto, la historia cuenta que sólo se cumplieron dos jornadas en marzo (Gran Bretaña y Holanda) y justo el fin de semana que tocaba en Villa La Angostura (22 del mismo mes) llegó la suspensión.
El caballito de batalla para justificar la costosa inversión del estado siempre fue la explosión turística, los hoteles llenos, restaurantes a full y la imagen de Neuquén en todo el mundo. Esta vez, se impone un freno. Son tiempos tormentosos, de pandemia y también de escasos recursos.
Y si de deportes se trata, los clubes de la provincia atraviesan una situación límite. Con puertas cerradas, sin ingresos y a la espera de los diferentes planes de ayuda de Nación y locales, los dirigentes la van a tener brava. Ni hablar los que apostaron a una competencia nacional, como en el caso del básquet, que han cobrado en cuentagotas los aportes prometidos.
Es duro decirlo, pero el año está perdido para el deporte. Si alguna disciplina logra volver, será a paso lento. Lo más probable, con pocas plazas para el público y un aumento gradual. De ahí a pensar en una fecha del Mundial de motocross, con tribunas colmadas y hoteles a pleno, hay un largo trayecto. Esta vez el show debería rumbear para otros lares.