Ya está camino a Lima. Su prueba preferida es la de 200 metros pero en el cuerpo técnico lo ven con más chances en los 100. Es de Zapala, entrena sin parar en Aluminé o Lobería. Con 22 años, ya participó en los Paralímpicos de Río 2016 y está a pocas horas de afrontar su segundo Parapamericano en la capital peruana. Diego Martín González reza en la ficha formal del Enard pero todos los conocen como Tincho y con la banca de una ciudad atrás, buscará hacer historia en los juegos continentales.
“Mejorar” es su palabra de cabecera. Y si se toma en cuenta la actuación en Toronto 2015, cuando fue cuarto, una mejoría lo depositaría en zona de medallas. “Entreno sin parar y me puse muchas pilas. Quiero mejorar los tiempos en 100 y 200”, avisó desde Lobería, antes de viajar a tierras incas.
Con Martín Paz en Aluminé o Ariel González en la ciudad de la costa bonaerense, Tincho cumple al pie de la letra con el plan de trabajo. Por experiencia, cuenta con chances de estar entre los mejores en las dos distancias, pero él tiene sus preferencias.
“Me veo con más posibilidades en los 200, pero todos dicen que tengo más resistencia en 100. No conozco a todos los rivales, pero voy a dejar todo”, afirmó Martín, quien padece parálisis cerebral y compite en la clase T35.
Aunque ya tiene experiencia en citas olímpicas sueña con Tokio 2020 y en Lima puede dar un paso clave. Por lo pronto, su rendimiento en Río 2016 fue más que positivo, estuvo muy cerca del podio en los 200 (fue cuarto en con 27s.21) y también dio pelea en los 100 (séptimo con 13.45).
Japón y su multitud están lejos de asustarlo y Tincho tiene claras sus metas. “Quiero ir a los juegos, sería cumplir otro objetivo”, dijo y entre risas, dijo que no tendrá dramas en la Villa Olímpica del país asiático. “En Canadá no entendía nada, pero me hacía el sordo o el mudo y buscaba a los compañeros con los buzos de Argentina”.
Tincho será uno de los 49 atletas (la más numerosa) de la delegación Albiceleste y junto a Iñaki Basiloff representarán a Neuquén en Lima 2019. Tienen experiencia, no aflojan nunca y seguramente dejarán todo para volver con una medalla que marcaría a fuego sus carreras y los acercaría a Tokio.