Por Cristian Helou
Se relajó, metió un par de permitidos gourmet, buscó otras actividades y se acomodó al año pandémico, pero el objetivo de Mario Sepúlveda sigue inalterable: quiere retirarse en una cancha de básquet y si es con la camiseta de Centro Español, combo completo. A los 43, no se resigna y considera que su extensa carrera tiene que ser en el parqué. Es el único neuquino que se colgó las dos medallas en el Argentino, sacó chapa de talismán al punto que lo consideran El Señor de los Ascenso.
Si algún distraído pensó que las metas iban a cambiar, se equivocó. Mario todavía tiene el aro entre ceja y ceja, y como todo el ambiente del básquet, espera novedades para delinear el tramo final de su carrera.
¿Cómo llevaste el parate?
-Nadie pensó que iba a tardar tanto y atravesé por tres etapas. En los primeros 15-20 días pensaba en volver al club y cuando vi que se empezó a estirar hice el primer clic, sobre todo porque perdimos la posibilidad de estar entrenando en el club. Después hicimos retoques con el profe, trabajando desde casa. Y la tercera fue cuando todo se empezó a poner negro y a tener incertidumbre con la competencia.
Pero te mantuviste activo…
-Me relajé, psicológica y físicamente, y empecé a hacer otras cosas. Dejé de masacrarme con eso de estar bien físicamente. No tengo recuerdos de haber parado dos meses en toda mi carrera, porque siempre tenía algo para hacer, en el club o con las selecciones. Estar a la altura, siempre. Ahora, por ejemplo, me permití algunas cosas con la alimentación, pero eso no quiere decir que no esté expectante con la vuelta.
El tema es que ya no tenés 25…
-Qué te parece, en un tipo de 43 años seguro que cuesta, se genera un desgaste. Pero me quiero retirar jugando, quiero que haya competencia y que de a poco podamos recuperar el ritmo que teníamos. Que los clubes vuelvan a tener vida y que los dirigentes puedan hacer lo que les gusta.
A pesar del parate se te vio cerca de los clubes…
-Está ligado a mi y en este tiempo con el grupo de asesores (del partido SiemPre) nos hemos tenido que adaptar a diferentes trabajos. Ha sido de mucho aprendizaje, de conocer temas muy variados. Hemos ido al interior, asistiendo a mucha gente. Está bueno ayudar, más allá de las cuestiones políticas. Era un momento para llevar adelante acciones.
Y se dio justo en el año previsto para el retiro…
-Claro, era lo que había anunciado al comenzar la liga. Quería vivir cada entrenamiento y cada partido de manera especial. El tema económico ha sido difícil y que todavía no se pueda cerrar la temporada es una lástima. Nosotros, como jugadores, hemos entendido la situación y vemos el esfuerzo que hacen los dirigentes para tratar de saldar las deudas en un tiempo que es muy complicado.
¿Español va a jugar a nivel nacional?
-La verdad es que no lo se, me gustaría, pero no quiero pasarle la pelota a ellos (por los dirigentes). Todos son conscientes de la situación, pero primero hay que resolver lo anterior.
¿Te pondrías otra camiseta para retirarte?
-Tendría que verlo, evaluarlo. Creería que si no es Español, te digo que no. Yo quiero que sea en el club. Está todo tan incierto, que no me atrevo a decir qué quiero hacer ahora. Cuando llegue la posibilidad tendré que evaluarlo. No quiero hacer futurología. Quiero ver como se da todo.
¿Jugarías el Federal?
-Seguro. Estoy en un grupo de jugadores de todo el país y es una de las peleas que tenemos siempre, porqué se rotulan a los jugadores. En definitiva somos todos basquetbolistas. Si me llaman para la Liga A, por ahí puedo jugar. Nunca he tenido reparos.
¿Qué te parece el formato que quiere CABB con sólo cuatro fichas mayores para el Federal?
-Es como que los viejos no sirven mas. Pero si vos no ponés referentes en un grupo de pibes, van a chocar. A mi me ha pasado, cuando era chico, que algún grande me frene y me diga “pará, aflojá con las faltas”, “calmate”….Te sirve para todo, para hablar con los árbitros, para dar consejos, para ser nexo con los técnicos, para todo.
¿Creés que van a llevar adelante el proyecto?
-Hablan de que va a ser progresivo, pero no sé. Ojalá que todos tengan posibilidades. Yo soy un viejo que a esta altura rompe las bolas, pero se ha estirado mucho la vida de un jugador. Hoy, por la evolución de las zapatillas, de los pisos, de la medicina, se estiró todo. Mirá Paolo Quinteros, la rompe. Cada club tiene un Paolo Quinteros.
¿Considerás que con esta idea van a quedar varios equipos en el camino?
-Es saludable que se tiren ideas y tal vez sea el momento de que haya menos equipos, pero no pueden limpiar a los clubes que en su momento estuvieron firmes. Siempre tiene que haber diálogo y consenso.
¿Manejan alguna precisión en ese grupo de WhatsApp?
-Estamos contentos de que haya largado la Liga, pero queremos que se empiece a mover porque hay un montón de jugadores parados. Creo que tienen que acelerar y no sólo lo digo por la Liga Argentina, también por el Federal y la Liga Femenina.
Mientras tanto, quedaste solo en Español. Se fueron todos.
-Es algo que iba a pasar y la pandemia nos rompió el cascaron de una. Al no tener un objetivo claro y de donde sostenerte, era lógico que los chicos iban a buscar otras opciones. Nosotros podríamos haberle dicho “quedensé, que arranca”, pero no. Está buenísimo, ahora vamos a ver si se animan a enfrentarme (risas).
Entonces habrá más Mario
-Estoy expectante porque empezó a picar la pelotita en el club. Yo necesito un objetivo y cuando tenga una fecha enfrente me empiezo a preparar fuerte. Me quiero retirar jugando.
