Argentina no estará en las semifinales del Mundial U19 de básquet, pero queda claro que el objetivo se cumplió. La poderosa Serbia se cruzó en el camino y confirmó que es una potencia. En el Arena Riga (Letonia) el juego de cuartos terminó 89-83 y dejó otra buena producción del neuquino Manuel Rodríguez Ortega, quien anotó 8 puntos, bajó 5 rebotes, dio 4 asistencias y robó dos pelotas y salió por faltas personales. El equipo argentino se medirá ahora con Lituania, en la reclasificación del quinto al octavo puesto (el otro duelo será España-Senegal).
Ese antecedente se equipo duro y completo se confirmó de entrada para los Albicelestes, que de todos modos presentaron batalla, se prendieron en el palo por palo y por momentos marcaron diferencias. A partir de un tremendo arranque de Juan Fernández (8 puntos más 5 rebotes) y del habitual aporte de Manu (5 puntos y 1 rebote ofensivo), el cuarto inicial terminó con un ajustado 21-20 para los europeos.
Esa ventaja mínima fue una constante, que varió un par de ocasiones. Un tiple de Mateo Díaz puso a Argentina arriba (31-30), pero en el reparto, Serbia se llevó la mejor parte. Justo en los instantes finales del parcial mostró su mejor versión y sacó 6 de distancia camino a vestuarios: 42-36.
A pesar del descuido en ese minuto de cierre, el equipo de Daniel Farabello mostró un nivel más que interesante y Fernández la rompió toda, a tal punto que casi abrocha un doble-doble en una etapa: 19 puntos y 9 rebotes. Con Díaz y el neuquino como grandes laderos, se podía soñar con el pase a semis.
Las primeras ofensivas del complemento fueron serbias y la noche se empezó a complicar para Argentina. En un par de minutos, la diferencia llegó 9 (49-40) y eso le dio tranquilidad a los europeos, que siempre tuvieron en Nickola Jovik a su pieza más confiable. El segundo goleador del Mundial apareció cada vez que sus compañeros lo llamaron y resultó indescifrable para la defensa criolla.
Ese clásico temor del doble dígito llegó (primero 58-47 y después 60-47), pero un momento Manu (libre, más asistencia a Fernández) le dio paso al 60-53. Lo que no estaba en los planes era la bomba de Vojin Medarevic, que volvió la ventaja a 10: 63-53 antes de los 10’ definitorios. Difícil panorama para la Albiceleste.
Y los pronósticos se cumplieron. Serbia, cómodo con el marcado, no falló. Argentina dejó todo hasta la última bola, pero le dio el cuero para ganar el parcial (30-26). La diferencia que hicieron los europeos en los cuartos II y III fue clave y por eso se metieron en el top 4, donde enfrentarán a Francia (la otra semi será entre los vecinos Canadá y Estados Unidos).