Por Cristian Helou
Juan Levrino llega el sábado, pero Independiente no quiere mañana. Cinco Saltos directamente no tiene mañana. Así esta planteada la final del Integración de básquet que este viernes tendrá el capítulo IV. El Rojo está ante la gran chance de ser campeón y el Tricolor no tiene otra opción que festejar ante su gente si quiere volver a La Caldera. La acción comenzará a las 22 y promete ser apasionante.
Está claro que el 83-55 del tercer juego no estaba en los planes. Ni por los número y menos por el desarrollo. El quinteto de Gustavo Oviedo fue muy superior y, obligado por las circunstancias, el DT encontró alternativas muy interesantes en el plantel.
Cuando Independiente salga a entrar en calor en el Boris Kocina aparecerá Pablo Almendra, goleador del equipo. No está al ciento por ciento, pero su nombre ocupará los datos del Nº 11 en el visitante de la planilla. Es poco probable que salga en el quinteto titular, pero su presencia ratifica que el Rojo está dispuesto a liquidar la serie en tierra ajena.
De movida, tiene la tranquilidad de estar arriba y saber que define en casa ante un eventual quinto punto (domingo a las 20). Pero también el cuerpo técnico y los jugadores tienen en la cabeza el partido II, que ganó Cinco Saltos (72-67) pero se escapó por poco.
Si se toman en cuenta los 120 minutos de la final, el Rojo llega mejor. Como ocurrió durante todo el torneo, primó la solidaridad. Defendió intensó y fue paciente en ofensiva. Es una equipo sin estrellas y cada uno sabe su rol.
¿Cinco Saltos? Está contra las cuerdas pero la imagen del miércoles no debe confundir. Todavía tiene vida, es una final y jugará ante su gente. Son motivos suficientes como para pensar que el quinteto de Luis Heredia está en condiciones de ser campeón.
Es cierto que corrió desde atrás durante toda la serie y que su rendimiento en la definición ha sido de mayor a menor. Así y todo, cuenta con nombres temibles. Si se toman en cuenta todos los nombres de la final, hay dos que sobresalen: Manuel Lambrisca, gran goleador, y Jeremías Acosta, dominante en la zona interna. No funcionaron en el juego III y el resto se contagió, pero está claro que si se recuperan, la maquinaria puede volver a funcionar.
Oviedo y Cía son conscientes de que están ante una gran posibilidad y llegan embalados luego de la gran producción en el tercero. La misión es mantener la calma y usar al máximo ese margen que tienen para quedarse con el título.
Heredia y los suyos están acorralados, pero a la vez se sienten cómodos en esa situación de correr desde atrás. Cipolletti lo sabe, ni hablar Español y por eso en el Mundo Tricolor todavía sueñan con dar el gran golpe.
La acción arrancará a las 22 y hay dos opciones para las 0:00 (mañana). Se escucharán bocinazos en la vuelta del Rojo a Neuquén o festeja Cinco Saltos, se saludan los jugadores, se vuelven a abrazar Heredia y Oviedo y toda la adrenalina se muda para el domingo en La Caldera.