Por Cristian Helou
La Liga de Fútbol del Neuquén está en la previa de una asamblea caliente, con dos grupos muy marcados y horas decisivas en ese intento de juntar votos que valen oro. Luis Sánchez, que lleva 17 años al frente de la entidad y tiene mandato vencido, lidera la lista oficialista y, como nunca, la opositora se plantó con firmeza. Las cuentan dan 12-12, pero el presidente, que no confirmó su candidatura, puso en duda que estos números se mantengan hasta el día de las elecciones.
En una entrevista por Radio Nacional Neuquén (103.3), el titular de Lifune analizó el momento de la liga, explicó por qué se suspendieron las reuniones en la liga y también hizo un balance de su paso por el ministerio de Deportes, que dejó en diciembre por los cambios en el gabinete provincial.
“Nosotros venimos trabajando para que se haga la asamblea, ahora está en manos de Personas Jurídicas y esta semana o la que viene, creemos que van a estar en condiciones de poder llamar a elecciones. Son ellos los que informan quienes son los que están para votar y no creo que se pase del 15 o 20 de abril”, arrancó Sánchez.
¿Está confirmada tu candidatura a presidente?
– El grupo de trabajo que nos acompaña decidirá cómo se arma la lista y quien es el candidato. Ahora simplemente tratamos de transitar este espacio de la mejor manera posible. Yo he vivido muchas asambleas, pero nunca una tan virulenta como está, con todo lo que ocurrió hace unas semanas.
Tampoco hubo una grieta tan marcada…
-La experiencia tiene que servir para que esa grieta no sea definitiva y que el día después se vuelva a la normalidad, tanto en lo administrativo como en lo deportivo. Por eso los pasos que se dan ahora deben ser importantes, porque a veces hay cosas de las que no se puede volver. Hay que ser cautos con lo que se hace y lo se dice.
Por eso se cortaron las reuniones semanales…
-Claro, lo que se decidía en las reuniones no se respetaba y se cambiaba en otros lugares. Se había transformado en un ámbito con cierto roce, una metodología a la que Lifune no está acostumbrada, con tonos elevados, gritos y agravios. Como lo más importante es que siga la actividad decidimos que se arreglen los horarios entre los clubes y listo, al margen de las opciones y/o proyectos que pueda haber.
¿Está firme el 12-12?
-Todos los escenarios son posibles. Algunos han firmado notas porque no tenían jugadores ese fin de semana, otros porque no querían viajar a Rincón…Por lo menos es lo que me dicen a mí. Por eso no creo que se sostenga ese 12-12, imagino que habrá cambios. Yo los conozco a todos.
¿Te sorprendieron algunos nombres de los que estuvieron en la reunión opositora?
-A mi nada me sorprende y son posiciones personales. Algunos creen, y está bien que así sea, que tienen predominio en sus clubes como para intentar ser presidente. Es importante que tengan un proyecto y que quieran poner el nombre propio por delante, pero nosotros no nos manejamos así. Son estilos. Yo escuche versiones de Mingot (Néstor, Centenario), Juan Gutiérrez (Atlético Neuquén), Koon (Ariel, Confluencia), Tamborindegui (Jorge, Villa Iris), Canale (José, Pacífico), Silva (Hugo, Maronese)… Escuche muchos.
Pero en ese 12-12 Silva, Canale y Tamborindegui estarían del lado oficialistas…
-Por eso te digo, siempre surgen nombres. Es complejo manejar Lifune, con el Consejo Federal, los árbitros, la programación de la fecha…Siempre fue así, con muchos fuegos artificiales en la previa y después la única realidad está en la asamblea. El que tiene más votos es el presidente de Lifune.
¿Pero ahora pinta diferente?
-Sí, ahora es distinto. Hay que tratar de que no se agrande la grieta porque hay gente que la quiere potenciar. Tenemos un día después y vamos a tener que convivir. Con la experiencia que tengo lo podemos garantizar y por eso tomamos la decisión con las reuniones. Si seguían iba a llegar el día en que un dirigente agreda a otro y no lo podemos permitir.
¿Cómo fue tu renuncia del año pasado?
-La exclusiva verdad fue esta: en medio de la pandemia, estábamos complicados con la vuelta de la actividad, conseguimos el retorno con un 30 por ciento de aforo y justo tocaron muchos clásicos. Se empezó a jugar la fecha y a la media hora estábamos en todos los medios nacionales. Se llenaron todas las canchas, salimos en Ole, TN….En ese momento tomo la decisión y presento la renuncia.
Y como siguió…
-Cuando llegué a la reunión, Gastón Sobisch (Independiente) y otros dirigentes me pidieron que siguiera, que recapacitara, que los culpables eran ellos y ahí me comprometí a seguir hasta la asamblea. Esto fue todo, me tomé una licencia y retomé cuando dejé de ser ministro.
Ahora que pasó el tiempo, ¿creés que fue una buena decisión ser presidente de Lifune y ministro de Deportes al mismo tiempo?
-Lo hablé con Omar (Gutiérrez) un montón de veces y me decía que como teníamos una estratégica de inversión que se basaba mucho en los clubes y de hecho la gran mayoría de los que están en la vereda del frente tuvieron muy cómodos cada vez que desarrollamos una cancha sintética, un alambrado o la iluminación, era una buena opción. Tener esa doble función les servía a varios y fue útil. Después, en lo personal, creo que me terminó perjudicando.
¿Cómo sigue tu carrera política?
Conozco perfectamente las sensaciones, el teléfono que deja de sonar. El amigo que no es más amigo. Y después viene esa reconversión en un proceso de nuestro partido que está en un cambio dirigencial. Tengo muchas expectativas en mi carrera política, que no está ligada solamente a lo institucional y hay un equipo importante de trabajo. Estoy seguro de que no voy a estar en deportes porque es una etapa cumplida.
¿Quedaste conforme con tu trabajo en el ministerio?
Seguro, en la etapa anterior, durante el gobierno de (Jorge) Sapag, no había sido del todo buena la performance, cometimos errores y los corregimos todos ahora. Logramos un equipo con alto sentido de pertenencia. La infraestructura fue el punto neurálgico, pero hubo otros aspectos muy importantes, con la consolidación de la competencia, creamos una tecnicatura, cuando me retiré del ministerio yo era presidente de los Epade y la Araucanía, Neuquén tenía una impronta muy fuerte ligada al turismo y el deporte espectáculo. El rasgo distintivo del gobierno de Omar va a ser el deporte y nosotros fuimos parte de ello, con un ministerio por primera vez en la historia.
Imagino que seguís de cerca lo que pasa en el ministerio….
Es inevitable porque tengo muchos amigos o porque soy una referencia obligada. Ahora les toca a dos personas que no tienen experiencia en gestión deportiva. Alejandra (Piedecasas) viene de Salud, que no tiene nada que ver con deportes; y a (Diego) Landeiro, que viene de jugar al fútbol federado. Los dos van a tener que hacer sus herramientas, pero tienen un equipo y un programa delineado para darle continuidad. Una vez que hagan pie, creo que les va a ir bien.