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Los pioneros del 3×3

Bruno, Charly, el Huevo y Mario: Aprendieron las reglas en el avión y fueron campeones en Brasil.

Por Nicolás Tamborindegui

El 3 contra 3 en media cancha no es nuevo. Ya desde hace mucho tiempo se utilizaba en los entrenamientos de los equipos desde mini básquet a primera. S in embargo en los últimos 10 o 15 años con el auge del básquet callejero, desde los Estados Unidos hacia el mundo, empezó a tomar más notoriedad a nivel oficial, a tal punto de tener su propio calendario de torneos y competiciones.

Hoy en día, el básquet 3×3 en una disciplina en constante crecimiento que parece no tener techo. Ya tiene una liga en los Estados Unidos (Big 3, del rapero Ice Cube, mayormente con exjugadores de la NBA) y crecen los torneos en el mundo entero principalmente entre los jóvenes, pero también con los mayores como protagonistas. A nivel nacional, los pioneros en esta disciplina tienen el color verde de la provincia de Neuquén: Bruno Gelsi, Luciano Saborido, Mario y Carlos Sepúlveda viajaron a Brasil en el año 2012 y se trajeron el título de San Pablo, además de clasificar al Mundial de Miami, donde también compitieron.

Una de las claves para este grupo de amigos y grandes jugadores de básquet fue conocerse tanto adentro como afuera de la cancha. A diferencia del básquet tradicional, la táctica no prevalece tanto como la picardía, la garra y la intensidad. Además, hay que usar rápido la cabeza porque el tiempo no para. El elenco neuquino supo adaptarse bien a este estilo, ideó una estrategia de juego sobresaliente y sacó diferencias que lo llevaron a quedarse con el título en tierras brasileñas.

Bruno y Mario, por entonces, eran jugadores de Hispano Americano de Río Gallegos en el Torneo Federal, Charly integraba el plante de Pérfora de Plaza Huincul y el Huevo había sido parte del plantel de Del Progreso de Roca, ambos en la misma categoría. “A los 40 años que se nos diera una oportunidad así era para aprovechar. Yo podía aportar mucho desde el entendimiento”, cuenta Luciano. Fue además una linda forma de compartir la pasión del básquet con amigos y de paso, entrar en la historia como pioneros del 3×3.

Lo curioso es que la chance de participar llegó casi de casualidad. En principio iba a ir un equipo de la provincia de Santa Fe, pero no pudo y llegó la invitación nacional a la Federación Neuquina por lo realizado por los chicos del U13 y el U15, que en ese momento eran bicampeones nacionales. Así se armó el equipo y partieron a Brasil casi casi “a ver que pasaba”.

Sobre ese hecho fortuito, cuenta Gelsi que “a mi me llama Jorge Comoli, que era presidente de la Federación, y me cuenta que largaban el World Tour Master 3×3 y que Argentina no tenía equipo salvo uno de Santiago del Estero y que faltaba otro. Yo estaba tomando un café en el Jimmy Bar, que era del Huevo Saborido. Ahí nomás le pregunté si quería ir a Brasil y arrancamos”.

“Nosotros fuimos de acá (de Neuquén) a Buenos Aires e íbamos leyendo las reglas del 3×3, las habíamos descargado para leerlas en el camino. Si bien lo habíamos jugado muchas veces en los entrenamientos, con las reglas FIBA es diferente. Camino a San Pablo íbamos aprendiendo un montón de detalles que no conocíamos”, recordó Mario. “Fuimos en auto los cuatro hasta Buenos Aires, directamente a Aeroparque, teníamos vuelo desde ahí”, agregó Gelsi.

“Llegamos a San Pablo, a un hotel muy bueno, nos dieron la ropa y nos preguntaron de dónde veníamos y a dónde nos habíamos clasificado, pero nosotros no habíamos clasificado en ningún lado”, agregó Mario, quien contó que “el primer día del evento nos encontramos con dos canchas y muchos jugadores haciendo sus movimientos de uno contra uno o volcándola, y nosotros cuatro mirando: mirábamos acá, allá, al equipo de Orlando (Estados Unidos) entre otros”. Gelsi además recuerda: “El último 3×3 que habíamos jugado fue el de Adidas en el 95 y cuando llegamos nos encontramos más o menos con un ATP de tenis. Empezamos a entrar en calor y se nos reían porque hacíamos precalentamiento de fútbol, ya que no sabíamos cómo era la entrada en calor del 3×3”.

 

Los neuquinos, campeones en Brasil.

De movida arrancaron afilados, a pesar de que algunos les decían “Santa Fe” porque no tenían bien claro lo del cambio de provincia. En el debut derrotaron a Sao Paulo City por 21-17. A segundo turno luego superaron con amplitud a Pelotas por 21-12, luego a Sao Paulo Ibira por un luchado 13-10, a Joinville por 20-12 y a los uruguayos de Montevideo por 15-9 ambos con cierta comodidad. Se los veía aceitados en el juego de equipo y dominando las reglas específicas de la disciplina, algo fundamental para jugadores más acostumbrados al 5 contra 5 y a los límites de una competición tradicional.

“Entendimos rápidamente que nuestro potencial era el tiro de tres puntos, que sumaba de a dos, y era jugar lo más rápido y dinámico posible para poder encontrar rápido un triple. Así ganamos todos los partidos y en la mayoría llegamos a 21 con mucha facilidad. Los partidos no fueron todos fáciles, tuvimos algunos que fueron chivos, pero los ganamos bien”, contó Mario. “Tuvimos algunos roces con los brasileros en los partidos frente a ellos, fueron duros”, explicó Bruno.

Tras la muy buena primera ronda, llegaron a las instancias decisivas como candidatos. En cuartos de final lograron vencer a Orlando, de los Estados Unidos por 21 a 18 y luego derrotaron en semis nuevamente a Montevideo, aunque en este caso por la mínima, 19-18, para acceder a la gran final del torneo. Fue un partidazo, muy hablado y luchado que se decidió sobre el final para los neuquinos. Saborido hacía valer su tamaño debajo del cesto cuando le tocaba jugar y los otros tres te mataban a triples y penetraciones. Manejar el triple en este tipo de competiciones es fundamental y tanto Gelsi como los hermanos Sepúlveda son jugadores de una muy buena mano para los lanzamientos. Bruno también aprovechaba su conocimiento del juego y de las reglas para postearse ante el base rival, al que le sacaba diferencias en cuanto al tamaño.

“Muchas veces preferíamos que nos hagan un gol rápido que valía uno y nosotros sacar más rápido a la esquina, que era como el contrataque nuestro, porque ya estaba ahí uno de nosotros posicionado para tirar. Eso lo hicimos muy bien”, explicó el mayor de los Sepúlveda. Bruno agregó lo mismo: “Elaboramos una estrategia: cuando la pelota entraba, nos abríamos a las esquinas para tirar”.

En la final, el rival fue otro equipo argentino, Santiago del Estero, integrado por muy buenos jugadores como por ejemplo Enzo Ruiz, de mucha experiencia en Liga Nacional y por entonces jugador de Estudiantes de Bahía Blanca. Los otros miembros de ese equipo eran Joaquín Deck (el hermano de Gabriel, el jugador de la selección Argentina y del Real Madrid), Rodrigo Reynoso y Alexandro Fermani.

Era a priori un partido sumamente difícil, ya que ambos equipos llegaban al choque definitorio en condición de invictos, pero llamativamente no fue así. Neuquén dominó de principio a fin y se llevó el triunfo y el título por un tranquilo 21 a 10. De movida Gelsi y los Sepúlveda estuvieron muy efectivos con los disparos de tres puntos y eso les permitió sacar tempranas diferencias. Además, fue clave la defensa que realizaron sobre Ruiz. Así, se quedaron no solamente con el título nada más ni nada menos que en San Pablo, Brasil, sino que además lograron el derecho de representar a la Argentina en Miami, Estados Unidos, en el 3×3 World Tour Final Miami 2012. “Los pasamos por arriba” recuerda Bruno sobre ese partido definitorio.

“En 5 de los 8 partidos llegamos a los 21 puntos que era el tope máximo de puntos, estaban asombrados desde FIBA. Arrancaban los partidos Bruno, Mario y Charly y yo esperaba en el banco. No hay entrenador y los cambios los hacíamos nosotros, yo les preguntaba a todos si estaban bien y me decían siempre que sí, pasaban los minutos y yo no entraba nunca”, recuerda con risas el Huevo Saborido.

Gelsi en acción. En ese 2012 jugaba para Hispano Americano.

Una vez reincorporados a Hispano, Gelsi y Mario contaron la movida de Brasil al diario Tiempo Sur de Río Gallegos: “Fue una experiencia muy linda, con resultado positivo. No sólo por el resultado final sino también por el hecho de haber jugado entre amigos. Ni hablar que, en mi caso, la satisfacción fue doble porque también pude integrar un grupo de competencia con mi hermano Carlos”, dijo Mario. “Para mí también fue una experiencia fantástica. Lo que destaco es el nivel que tuvo la competencia y la organización por parte de la gente de la Federación Internacional de Básquet”, agregó por entonces Bruno. “La verdad que disfrutamos todo el torneo, de cada momento que pasamos ahí”, dice Mario en la actualidad.

El Huevo Saborido recuerda una anécdota del regreso a Neuquén en auto desde Buenos Aires: “Nosotros veníamos muy cansados y le toca manejar un tramo a Mario, con toda la sabiduría y la sapiencia tanto en la vida como en la cancha, como decimos nosotros. Estábamos por pasar un camión que venía cargado con ladrillos y cerámicos y el pallet de atrás se desprende y cae sobre el asfalto. Mario venía despacio y prudente y eso hizo que pudiera frenar, esquivar los ladrillos y evitar una colisión. Eran las tres de la mañana y veníamos entre provincia de Buenos Aires y La Pampa. Retomamos el camino y tuvimos que avisarle al camionero que le iba cayendo la carga, porque iba a matar a alguien. Gracias a Marito no nos matamos”.

En Miami, en septiembre de ese 2012, el nivel era superior al de Brasil, al haber equipos de todo el mundo. El elenco neuquino (argentino, en realidad allá) integró el grupo B y lamentablemente quedó eliminado en la primera ronda, al ganar un solo partido y perder los otros 4. Casi que no están para el debut: “Llegamos tarde, perdimos un vuelo, una conexión. El hotel, tremendo, en Miami Beach. En la primera jornada había jugadores de los Heat y también ojeadores del comité olímpico internacional que estaban evaluando si la disciplina era acorde para los Juegos Olímpicos”, recordó Bruno.

“El vuelo de Buenos Aires sale tarde, llegamos a Ciudad de México a hacer la combinación y el avión a Miami ya había salido, quedamos varados y había una fila larga y un señor que daba explicaciones. Yo le decía ‘por favor, tenemos que jugar un torneo internacional’, y le hacía los gestos del partido, tratándolo con mucho respeto. Como debo haber sido el único que no lo puteé, nos subieron al avión y llegamos media hora antes del primer partido, después de 36 horas de vuelo, y lo ganamos”, contó Luciano.

Ese único triunfo fue en el debut, con lo cual la ilusión fue grande tras el arranque del certamen. Vencieron 21-19 a los rusos de Khabarovsk, en un día de muchísimo calor. En el segundo compromiso se midieron contra el terceto local y si bien hicieron un muy buen juego, no lograron quedarse con el triunfo y Estados Unidos se lo llevó por 22-20 en suplementario. Sin dudas que el cansancio tuvo que ver, ya que fue 1 hora y media después del primero, al que llegaron justo tras las 36 horas de vuelo. Luego vinieron tres derrotas más en fila: frente a San Juan de Puerto Rico por 20-18 (terminaron siendo los campeones), ante los rumanos de Bucarest (21-8, amplia y dura caída), y contra Split de Croacia de manera amplia también por 21 a 13. Así, los muchachos neuquinos terminaron en el quinto lugar del grupo sin ninguna chance de pelear por el título.

“El nivel en Miami era altísimo”, recuerda Bruno.

Cuenta Bruno que “el nivel en Miami era altísimo, con jugadores de 2 metros y equipos profesionales, al segundo partido estábamos muertos, muy cansados”. “Estábamos fusilados”, agregó Saborido.

El campeón de ese 3×3 World Tour Final Miami 2012 fue San Juan de Puerto Rico, que en el partido final le ganó a los croatas de Split por 20-16. Los puertorriqueños habían clasificado segundos en el grupo B (el mismo que los argentinos) vencieron en el repechaje a Denver (Estados Unidos) por 20-18, y luego en semifinales a Edmonton (Canadá) por 19- 17. El tercer lugar en el podio fue justamente para los canadienses y la Argentina terminó en el puesto 10 de 12 equipos. Mas allá de los resultados, los jugadores neuquinos fueron, compitieron y estuvieron a la altura, y eso fue muy importante.

“Miami también fue una experiencia increíble, un evento al aire libre enorme, ahí conocimos el tipo de piso que después nosotros usamos acá. Estuvo realmente genial, la disfrutamos muchísimo”, rememoró Mario. “Me acuerdo que en Miami, al ser los representantes argentinos, pudimos compartir tiempo con Horacio Muratore, nos llevó a comer con él allá. También hablamos con el número 1 de FIBA, nos dio el ok para ser representantes de la disciplina en el país”, recordó Gelsi, aunque eso les trajo algunas complicaciones después que son dignas de una nueva historia.

“La verdad que fue una experiencia única, y hasta hoy seguimos siendo el único equipo sudamericano que ganó una etapa Máster, y durante mucho tiempo fuimos el único de toda América, hasta que ganó un equipo de Estados Unidos. Un privilegio para nosotros, lástima la edad, nos llegó medio tarde”, bromeó Saborido.

Tras la experiencia en San Pablo y Miami, trajeron el 3×3 a Argentina.

“Pudimos traer el 3×3 a la Argentina, fuimos pioneros en América como promotores independientes enfrentándonos a todo el poder de Buenos Aires que nos quería tumbar. Hicimos el primer chállenger internacional de toda América en Neuquén, fue histórico. Y lo hicimos desde el privado, solos, empujándola, pateando la calle, sin saber… nos desarrollamos mucho nosotros, con el tiempo fuimos capacitando gente y transmitiendo el conocimiento, por el bien del básquet”, agregó.

Toda esta experiencia que comenzó en Brasil les permitió a los cuatro ser referentes del básquet 3×3 no solo a nivel local sino también nacional. Organizaron varias competencias con una muy buena aceptación de la gente en Neuquén y con un muy buen nivel de equipos argentinos y también internacionales. Pero además, la importancia de, al mismo tiempo, despuntar el vicio, ser competitivos y representar a la provincia y al país jugando entre amigos al más alto nivel. Algo inolvidable que se refleja en sus testimonios a 8 años de haberlo vivido.

 

 

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