Las Pitufas hacen temblar el piso de Bajada de Agrio con su fútbol

La escuelita empezó en marzo de 2019 con 25 chicas y ahora son 60.

Por Carolina Magnalardo

A 250 kilómetros de Neuquén capital hay un grupo de casi 30 niñas que muestra todo su talento en el fútbol: son las Pitufa Terremoto, el equipo infantil femenino de Bajada del Agrio. Una de las entrenadoras de la escuelita municipal que se formó en marzo de 2019 con integrantes de entre cinco y doce años es Jesica Riquelme.

“Empezamos con 25 nenas. Al poco tiempo pudimos competir afuera de la ciudad por primera vez y también jugamos el torneo local de los varones. Tenemos las categorías sub 14, sub 16 y mayores. Entre todas las categorías hay más de 60 participantes”, le contó a Aguante Neuquén.

Junto a Nicolás Campos y Marilyn Aedo, la joven de 21 años conduce el equipo y cuenta emocionada que disfruta el trabajo diario: “Es muy lindo tener tantas niñas que siempre te reciben con un gran abrazo y todo su amor; eso te llena. Mi pueblo es muy chico y nos vemos todo el tiempo incluso fuera del ámbito deportivo. Tienen un fuerte sentido de pertenencia al equipo y fueron las que eligieron que nos llamemos así; unas decían pitufa y otras decían terremoto así que combinamos sus ideas para el nombre”.

En el verano entrenan en la cancha de césped natural de la ciudad y en el gimnasio municipal. No hay liga sino que todo se congrega en las propuestas municipales. “Nos quedó pendiente un amistoso con un conjunto de Chos Malal pero pudimos organizar un torneo y contamos con la presencia de un equipo de Caviahue. También logramos ir a Las Lajas y fue una positiva experiencia para las niñas porque así van perdiendo el miedo y conocen otras personas y otras ciudades, algo que no todos pueden hacer. Además, las categorías más grandes participaron de un torneo en Chile”, siguió.

“Tienen un fuerte sentido de pertenencia al equipo”, dijo la entrenadora sobre sus niñas.

Jesica, que desde chica juega este deporte y comparte la pasión con sus cinco hermanas, considera que al fútbol femenino no se le da la misma importancia que al masculino. “A veces llevan a los chicos a probarse a Las Lajas cuando vienen equipos de Buenos Aires y eso no pasa con las mujeres. Es algo que me gustaría que ocurriera porque ellas también nos preguntan por qué no tienen esa posibilidad; y acá tenemos mucho talento”, advirtió.

Además de la actividad deportiva, el año pasado abrieron un comedor para ofrecerles la merienda después de jugar. “Tenemos mucho apoyo de nuestros compañeros, de la municipalidad y de los padres. Es muy lindo salir a jugar y ver a los papás acompañando a sus hijos. Para ellas eso es importante y, en muchos casos, sus mamás también juegan así que se vive de forma familiar. Acá nosotros somos muy abiertos, no existe discriminación hacia la mujer que quiere jugar al fútbol”.

“Es un pueblo muy tranquilo, muy hermoso, con nuestro bello río y nuestro camping. Mucha gente se viene a vivir acá y algunos jóvenes que se van a Zapala o Las Lajas a estudiar luego regresan a nuestra ciudad a trabajar. Estamos acostumbrados a ver a los chicos jugando en la calle, a darnos una mano entre los vecinos y a saludarnos siempre. Viví un tiempo en Plottier y me costó porque yo acá tenía la costumbre de saludar a todos y cuando estuve allá a veces me encontraba con personas que no devolvían el saludo. Es muy difícil adaptarse a otro lugar porque nuestro pueblo es muy tranquilo y eso se extraña cuando te vas”, reflexionó Jesica que al igual que las niñas espera que pase la cuarentena para regresar a los entrenamientos.

 

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