Por Cristian Helou
FOTOS: MATÍAS SUBAT
En medio de ese andar discontinuo, la división Sur del Torneo Federal de Básquet tiene un bálsamo de aquellos: la aparición de los juveniles, el protagonismo que se ganaron y un talento que invita a soñar. En Petrolero el que más sobresalió fue Juan Larraza, un canterano de apenas 17 años (26 de diciembre de 2003), que se metió entre los titulares, tuvo muy buenas producciones y alcanzó su pico máximo con una noche perfecta ante Centenario (22 puntos sin errar lanzamientos).
Recuperado de Covid19 y de vuelta en acción –el plantel retornó a las prácticas el lunes-, el alero afirmó: “Mis compañeros me dan confianza, el cuerpo técnico también y eso es clave. Tuve la posibilidad de entrar entre los cinco cuando se lesionó Valen (Garello) y la supe aprovechar”.
Esa chance llegó en el duelo ante La Colonia, la rompió en la única victoria del equipo en el certamen y le demostró a Sergio Bellandi que estaba para más minutos. “Es importante que nos den esta oportunidad a los chicos del club y nosotros tenemos que responder en los entrenamientos y en los partidos”, sentenció.
En el horizonte se vienen dos clásicos ante Pérfora (domingo 2 en el Municipal como visitante y el miércoles en el club Plaza Huincul como local) y hacia ahí apunta Larraza: “Vamos a volver con muchas ganas después de este parate. Estamos entrenando muy bien, muy fuerte y hasta ahora ninguno ha presentado molestias”.
“Se nos vienen dos partidos difíciles –siguió-, pero confiamos en nuestras posibilidades y vamos a dejar todo, como siempre”.
Petro marcha con registro 1-6 y está obligado a sumar si no quiere limitar su margen de entrar en el top 4, pero Juan lo toma con calma. “En la gira estuvimos bien a pesar de las derrotas, después dimos el golpe ante Cente y más tarde se nos hizo cuesta arriba, con muchas bajas y muchos chicos en el plantel. Pero no tengo dudas de que nos vamos a recuperar”, dijo.
A fines del año pasado, el juvenil estuvo en un campus de Ameghino, equipo que juega en la Liga Argentina y que suele realizar este tipo de reclutamientos.
“Estuvo muy bueno, fue una gran experiencia. Fuimos con Juan Peral, un compañero, pero además un amigo porque vivimos al lado. Participamos de una prueba y decidimos volver porque sabíamos que íbamos a tener minutos en el Federal, con la camiseta de nuestro club”, contó.
Y así fue. De nuevo en casa, Juan se puso el TFB entre ceja y ceja y no tardó mucho en mostrar su calidad. Esa que empezó a moldear desde los 4 años con la camiseta del Matador, entrenado por Quique Frola –padre de Santiago, quien ya marchó por nuevos objetivos-. “Obviamente que me gustaría jugar Liga Argentina o Liga Nacional, trabajo para eso. Pero ahora estamos en Petro y queremos hacer un gran torneo”, cerró.