Zorros Básquet es un club acostumbrado a las visitas ilustres y cada una se transforma en inolvidable. Ahora fue el turno de Julio Lamas, quien pisó por primera vez la cordillera neuquina y dio cátedra en San Martín de los Andes. Se conectó con las chicas y chicos, vivió una jornada mágica y, sin dudas, recargó energías para cruzar el mundo y dirigir a Japón en los Juegos Olímpicos.
Luego de la clínica en el Sum de El Arenal, el DT encaró la maravillosa ruta de los 7 Lagos y desde Villa La Angostura se hizo un tiempito para dialogar con Radio Nacional Neuquén (103.3). “Había venido muchas veces a la capital, con la selección y por la Liga, pero nunca a esta zona, que es hermosa. Quedé impresionado con todo lo que vi hasta ahora”, afirmó el DT de la selección nipona.
“Llegué por mi amistad con Víctor Serna (DT de Zorros), porque fuimos compañeros en la selección Argentina. Me encantó estar con los chicos y chicas compartiendo una jornada que fue enriquecedora”, siguió.
Sin dudas estas experiencias significan un bálsamo para el técnico y lo ratifica: “Así han sido los últimos cuatro años de mi vida. Alternando entre Japón y Argentina. Pero cuando estoy acá, me siento de local. Siempre que vas a un club de barrio o del interior del país, es una experiencia única. En estos clubes sacan a los chicos de la calle y los introducen en el deporte. Me sentí cómo ellos ayer. A los 9 entré a mi club (San Andrés) y no salí nunca más”.
En mayo, Julio partirá hacia Japón y encarará la recta final hacia los JJ.OO. “Estoy adaptado, me siento parte del equipo y ahora todo pasa por la preparación para los Juegos Olímpicos. La pandemia ha afectado todo enormemente y el básquet, más aún. Se va a jugar sin público extranjero y todavía no han definido la cantidad de gente que habrá en los estadios”, comentó.
“En estos momentos se está jugando la liga de allá, con el 30 o 40 por ciento, de acuerdo a la situación de cada región –siguió-. Todo es muy complicado y por ahí pasan nuestros. La preparación para los Juegos y la Copa de Asia. Ese es mi calendario”.
Finalizada la competencia continental, en septiembre, Lamas cerrará su capítulo japonés: “Voy a pegar la vuelta porque cuatro años es un tiempo suficiente para poder sostener mi trabajo allá y mi familia acá. No lo puedo estirar más”.
De cara al futuro admite que “no es apresurado pensar en una vuelta a la liga, pero no tengo idea que voy a hacer a partir de septiembre. En mayo me voy a Japón, quiero disfrutarlo a pleno porque son mis terceros Juegos Olímpicos. Veré que hago cuando vuelva”.
¿Cómo ves a la selección Argentina?
-Muy bien. La verdad que cuando los vimos jugar la final del Mundial estaban impecables, para ir a los Juegos Olímpicos al otro día. Vino la pandemia y todo lo que sabemos. A excepción de Luis Scola, los demás deberían estar igual o mejor. Y en el caso de Luis ya sabemos lo que es, una cosa completamente fuera de lo común. Nos tiene acostumbrado a los milagros. Creo que el equipo jugó al mismo nivel que en Indianápolis 2002, salvo en la final. La rompió y se ganó el respeto de todo el mundo.
¿Te sorprendió el nivel?
-Pensaba que el equipo iba a estar entre los ocho mejores, por el nivel que había mostrado en las ventanas y porque le tocó un buen grupo. Cuando eliminó a Serbia y Francia fue un poco de sorpresa.
¿Le cerrás la puerta a la selección?
-Es una pregunta que no me deja cómodo ninguna respuesta. Si te digo que no estoy despreciando a la selección y si te digo que sí parece que me estoy ofreciendo. No lo tengo en la cabeza. Está Sergio (Hernández) en el cargo y el equipo está en las mejores manos.