La radio es Hielo y Reposo al mediodía e Iniltralo que no llega a la tarde. Es Rolito en la conducción por una sencilla razón: nació un 27 de agosto. Es Matu, ahora Chiquipedia, con un bagaje de conocimientos sin límites. Es el lanzamiento del Trapo hacia una fama sin techo. Es el clu por clu de Tito. Es la transpiración de Bussa para poder conseguir una nota. Y también es un arranque de Daro.
La radio es la mano mágica de Kenny, Huguito o el Marsical, aunque todos estén un escalón abajo del Beto Curaqueo. Es el control gerencial de Ulra, ansioso por una noche de boxeo. Es la tentación al aire. Es la nota difícil que supimos conseguir y la flojita de papeles que termina en un notón.
La radio, hoy, es Una mañana cualquiera de 10 a 13 y Nadie se salva solo de 16 a 18. Es Rolito en la conducción y Matu en la multifunción, quienes, alejados del deporte, ahora hablan de política, dan recetas y hasta suena Nino Bravo. En el turno tarde hay una dupla (Carla y Mariano) que la rompe. Es esa que aparece en las gigantografías callejeras y ya hace lío en el rating. Y para completarla, a las 18 le dan el pase al Fabi, que llega con Cenizas y Volcanes (perdón, Diamantes).
En la radio, hoy, Se respira básquet. La Táctica mueve los hilos, la Bomba tira toda la data sobre la mesa y Guada aporta el toque de magia. También se escapa alguna Malapalabra, Ahora te toca a vos abre la semana y en el cierre suena Sarhán, Sarhán, la versión baisana de La Pantera Rosa. Todo, bajo el comando del Pollito (tiembla el Beto Curaqueo).
La radio es Marcelo Mario Daniel Pérez Lizaso y su tremenda voz. Es un relato de Elio Carlos Fragoza. Es un comentario del Doctor Mario Valentín. Es una carrera reladata por el Rata. Es un comentario pausado de Pepe Ramos Paz.Y también es un “párese, párese, párese” de Javier Marcucci, interrumpido por el Eze Gesumaría.
La radio es genial e irremplazable. Desde hoy es centenaria. La radio es lo más.