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La primera victoria

El primer equipo de Independiente en la A.

Por Nicolás Tamborindegui

No había caso para el Rojo neuquino. La suerte, en el arranque de su primera Liga Nacional de Básquet era esquiva, aunque es cierto que en las tres primeras fechas le había tocado enfrentar a tres equipos históricos que eran de lo mejor de la competición: Atenas de Córdoba y Olimpo de Bahía Blanca, de local, y Ferro Carril Oeste de visitante. El comienzo fue 0-3 para los dirigidos por Eduardo Armer

Eduardo Armer

En el juego no había estado muy lejos. A Atenas le hizo un partidazo en una Caldera repleta y perdió por 90-87 con la bola en su poder en los últimos segundos. Frente a Olimpo sí corrió desde atrás (64-73) y días después, por poco, no dio la sorpresa en Caballito: ganaba por 7 puntos a 8 del final pero terminó perdiendo 97-93. Se dice siempre que hay un período de adaptación a una categoría superior, no solo en el básquet sino en todos los deportes, y por lo visto para Independiente así fue.

El primer triunfo de Independiente en la historia de la Liga Nacional de Basquetbol llegaría el miércoles 5 de abril de 1989, frente a otro de los clubes históricos del básquet argentino:  Echagüe de Paraná. La Caldera fue el escenario de ese cotejo, a cancha llena y con la gente cantando y celebrando tras el final.

Tras esos buenos partidos ante Atenas de local y Ferro de visitante, el equipo neuquino insinuaba que podía ser protagonista y no un elenco que estaba de paso, y lo confirmó con este triunfo ante un batallador elenco paranaense, que tenía como figuras al escolta Ricardo De Cecco, al alero Diego Mugherli y al musculoso pivot americano Dennis Still, uno de los mejores reboteadores del torneo.

Los dirigidos por Armer hicieron un muy buen juego de principio a fin, con efectividad en los lanzamientos y buenos contragolpes para ganar 96-83 casi sin pasar sobresaltos, con el arbitraje esa noche de Jorge Morillo y Rubén Chávez.

El ala-pivot Néstor Suppi fue la gran figura de esa noche. Metió 34 puntos luego de tirar para hacer 47 (70 % en dobles y 85 en simples). Fue altísimo el porcentaje de acierto del Rojo esa noche, a tal punto que además del ala-pivot, Esteban De la Fuente tiró para convertir 33 y metió 28 (85 % de dos y 80 % desde la línea) y Luis Oroño tuvo 100 % de efectividad en triples (2 de 2). Still, con 24 puntos y 13 rebotes, fue prácticamente el único jugador destacado en el equipo que era dirigido por Miguel Volcán Sánchez.

El primer triunfo les sirvió a los jugadores y al cuerpo técnico para sacarse un peso de encima y para corroborar que tenían nivel para competir de igual a igual en la máxima categoría. La gente seguía llenando la cancha y apoyando ruidosamente en cada partido. La única duda pasaba por el irregular rendimiento del extranjero Lance Ball. Ante Echague, solo había sumado 13 puntos a pesar de jugar los 40 minutos, pero se mostraba algo flojo en defensa y no había demostrado tampoco ser un buen rebotero hasta entonces.

Más allá de la alegría del primer triunfo, a Independiente le seguiría costando el arranque. Luego del partido con Echagüe llegarían dos derrotas más, una como visitante en Rosario ante Provincial y otra de local ante Gimnasia de Pergamino. Recién levantaría mucho su juego en la segunda fase de la Liga, tras la llegada del americano Eddie Roberson (por Ball) y con el plantel más acoplado al tipo de juego de la división, para redondear una muy buena temporada debut.

LA SÍNTESIS 

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