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La noche que la Liga arrancó en Neuquén

El Loco, Gabi Riofrío, Byron Wilson y Dwayne McCray, protagonistas centrales de aquella noche en el Ruca Che.

Por Nicolás Tamborindegui

El nexo entre la provincia de Neuquén y el básquet estuvo (y está) siempre activo, más allá de contar o no con equipo en la Liga Nacional. Es una provincia basquetbolera y cada tanto los dirigentes miran para estos lados. Un claro ejemplo son el Preolímpico y el Juego de las Estrellas en 1995 y el Premundial del 2001 donde comenzó a tocar la Generación Dorada, pero también se realizaron otros eventos de menor magnitud que hicieron reavivar la pasión por la naranja en nuestra zona.

A principios de la década del 2000, la Liga Nacional tenía la costumbre de iniciar el torneo en un terreno neutral, a modo de promoción del deporte y de la competencia, aunque también detrás de un beneficio económico. Neuquén siempre fue una plaza interesante para llenar esos casilleros y así aterrizaron Estudiantes de Olavarría y Estudiantes de Bahía Blanca para el partido inaugural de la temporada 2000/2001

Era el tercer año consecutivo en el que la Asociación de Clubes programaba el partido inaugural en una ciudad donde no había un club que juegue en alguno de los niveles de la LNB. En 1998 se realizó en el estadio de Unión, en la provincia de Santa Fe (jugaron Boca y Libertad), y en el 99 se jugó en la cancha de Regatas de Corrientes (Atenas frente a Estudiantes de Olavarría).

El encuentro se pautó para las 21:10 del lunes 4 de octubre de 2000, con televisación en directo a todo el país de TyC Sports. Los árbitros esa noche fueron Alejandro Chitti y Fernando Sampietro, mientras que Eugenio Tarifeño, de Plaza Huincul, se desempeñó como comisionado técnico.

Estudiantes de Olavarría, dirigido por el Oveja Sergio Hernández, era el campeón vigente, aunque había perdido a algunas de sus máximas figuras, como el estadounidense JJ Eubanks, el base Nicolas Gianella y el Colorado Rubén Wolkowyski. Igualmente para afrontar esa temporada habían llegado muy buenos jugadores como Byron Wilson, Gabriel Fernández, Gabriel Díaz y un joven Paolo Quinteros. Los otros extranjeros eran Dwayne McGray y Trelonnie Owens, estaban también el Lobito Gustavo Férnandez, Victor Baldo, Federico Marín (años más tarde jugó en Independiente en la A) y esa noche no pudo jugar Daniel Farabello por estar lesionado.

El Bataraz salió campeón, se renovó y volvió a armar un gran equipo.

Estudiantes de Bahía Blanca, por su parte, había retenido al Loco Hernán Montenegro que se recuperaba de una lesión en la rodilla, y había sumado a tres jugadores experimentados como Esteban Pérez (llegaba desde Libertad de Sunchales), Sebastián Paco Festa y Darío Búho Arenas. El entrenador era Facundo Petracci (primera experiencia como DT), que reemplazaba a Daniel Zeta Rodríguez. Los tres extranjeros eran Timothy Moore (ex Pico Football Club), Kerry Blackshear y Deón Watson, recién adquirido.

Otro refuerzo ese año en los bahienses era Gabriel Riofrío, un jugador de muchísimo talento que no terminaba de despegar. Lamentablemente, tres meses después el cordobés fallecería en pleno partido, en uno de los episodios mas desesperantes y tristes en la historia, no sólo del básquet argentino, sino también del deporte de nuestro país.

Cuando el espectáculo es de nivel, la gente en Neuquén responde, y esa noche no fue la excepción, a pesar de ser lunes. 4 mil personas se dieron cita en el Ruca Che para presenciar el arranque de la Liga y el gran triunfo de los bahienses, que sorprendieron al campeón y lo vencieron por 93-90. La gente no tomó partido por ninguno de los dos equipos y disfrutó de muy buen juego.

Pero no fue solo básquet, también hubo show antes del partido. Hubo fuegos artificiales, espectáculo de luces y mucha música en el Ruca. Primero se llevó a cabo un desfile de modelos al mejor estilo NBA con las camisetas de los conjuntos que iban a participar en esta edición de la competencia.

Después hubo una especie de “sketch” de los integrantes del programa de televisión “Fugitivos” (en ese momento se veía por la pantalla de Telefé) y cerraron el titular de la AdC, Eduardo Bazzi, con el tradicional discurso, mientras que el cantor de tangos Rubén Juárez entonó el Himno Nacional.

Ya en la acción propia del cotejo, el primer doble de la temporada lo logró el estaduonidense Blackshear para el Albo bahiense, que de la mano de Moore y Festa sacó una buena diferencia en ese arranque. Recién mejoró el Bataraz cuando Baldo ingresó a la cancha para marcar al corpulento foráneo.

Al promediar el segundo cuarto, el elenco de Olavarría rindió a pleno, gracias al desequilibrio del alero tucumano Gabriel Díaz, a tal punto que pudo sacar 12 de ventaja: 39 a 27, aprovechando también un quedo de su rival. Sin embargo, apareció Blackshear (13 puntos en la etapa) y con un parcial de 14-0, los bahienses lograron acercarse y terminar el primer tiempo tan solo 1 punto abajo: 42-41.

Gracias al Loco Montenegro y al aporte del terceto de extranjeros, especialmente debajo del cesto, Estudiantes de Bahía Blanca pasó al frente en el tercer cuarto. El equipo de Petracci fue efectivo y compacto y se quedó con el parcial por 74 a 68. Pero la paridad era tal que los de Olavarría reaccionaron y emparejaron las acciones con buena defensa y la conducción del Lobito Fernández.

Así, se llegó a un cierre muy parejo donde ambos equipos intercambiaron gol por gol hasta el final, donde prevaleció el Estudiantes de Bahía Blanca con un doble a poco del final de Montenegro para asegurar el resultado. Así, ante un público neuquino más que satisfecho por el espectáculo, tumbó al campeón vigente en el Ruca Che.

 

 

 

 

 

 

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