Por Cristian Helou
Luego de horas agitadas, el plantel de Gigantes del Sur está prácticamente al día con sus sueldos. Pasó la tormenta y el enfoque, ahora, apunta al poderoso Bolívar, líder e invicto de la Liga de Vóley Argentina, que lo esperará el viernes a las 21 en el República de Venezuela.
Si de salarios se trata quedó pendiente el pago de una quincena, que sería cobrado en los próximos 15 días. El problema parece solucionado, pero el reclamo dejó esquirlas y situaciones que son de análisis.
Además del ida y vuelta de los comunicados entre el técnico Camilo Soto y el Ministerio de Deportes, hubo una tercera nota. Fue del mismo tenor que la del entrenador, pero llevaba la firma del “Staff y jugadores de Gigantes” y “Filardi Voley Info”. Mencionó la importancia del proyecto, una situación económica insostenible y la convocatoria de 5.000 personas por partido en el Ruca Che, entre otros puntos.
El día del juego contra Monteros, que terminó con victoria del Dino por 3-2, hubo transmisión en vivo por TyC para todo el país y el tema del reclamo del equipo estuvo presente durante todo el desarrollo, en las voces del relator José Montesano y el comentarista Hugo Conte.
El ex jugador, sin dudas uno de los mejores de la historia, llegó a Neuquén un día antes y promocionó el partido desde una de las puertas del Ruca Che, pero además es el representante de cuatro jugadores de Gigantes: Bruno Lima, Dusan Bonacic, Javier Filardi y Juan Finoli.
Seguramente Conte estuvo al tanto del comunicado del plantel y después, durante la transmisión, tuvo micrófono abierto para que el país se entere del clamor de Gigantes. Es cierto que no faltó a la realidad porque la deuda existía, era abultada y el gobierno se atrasó al extremo con el pago. Pero también es verdad que, de manera indirecta, Conte es parte del proyecto y los reclamos televisivos fueron un exceso.
En una Liga que estuvo a punto de suspenderse por la falta de equipos y que se juega de milagro con apenas nueves clubes, el Dino no está ajeno a las dificultades económicas. Y, como a lo largo de la historia, la permanencia en la elite merece un análisis.
Antes, durante y después de cada liga, los reclamos son una constante, el estado paga tarde, reina el conflicto y se pierde de vista el objetivo principal: fomentar el vóley en la provincia. Para eso nació el proyecto y después de 17 años, el balance está lejos de ser positivo. Todo comenzó como un capricho político, más tarde se hicieron intentos por reflotar la disciplina desde las bases y se murió en el intento. Hay una floja competencia interna, pocos equipos y así es difícil que surjan jugadores. Varios neuquinos integran el plantel de Gigantes, pero su presencia en cancha es casi nula.
De cara al futuro, el panorama es complejo. Si hay un fuerte cambio, si se suman clubes, si los canteranos encuentran su lugar, si Camilo Soto sigue como la referencia, si los que los que llegan de otras ciudades se contagian como el Mono Sánchez, si se arman presupuestos austeros, si el público se banca tener un equipo de mitad de tabla y si el gobierno no tira tanto de la cuerda, entonces que Gigantes sea eterno. Ahora si se cae alguno de esos puntos, no vale la pena seguir y tal vez llegue el momento de pensar en el adiós.
Los análisis podrían ser válidos pero parten de una mentira! A los jugadores se les debia casi 4 sueldos al momento de hacer su reclamo!