FOTOS: MATÍAS SUBAT
Los boxeadores tienen esas batallas en las que encuentran el clic y acá puede cumplirse esa fórmula. Gino Godoy estuvo muy cerca de besar la lona y perder ante su gente, pero salió a flote, ganó una pelea durísima y sigue su marcha victoriosa. David Romero representó, como se preveía, un rival muy complicado y en el quinto sacudió todas las estanterías. Con más ganas que boxeo, sangre y sudor, el Áspero la sacó a flote y ganó por puntos en fallo unánime.
Omar Tapia marcó 79-73, Aníbal Dofour 77-74 y Roxana Martínez 78-74 en el combate que cerró la segunda edición del Magic Aren en el salón Rainbow de la sala de juegos de la capital provincial. Con este triunfo, Gino extendió su muy buen palmarés a 27-2-0, con 17; en tanto que La Herradura bajó a 12-16-1, con 5.
“Estuve nocaut y ahora tengo más ganas de ser campeón”, dijo Godoy cuando Javier Marcucci, encargado de la transmisión por streaming lo entrevistó arriba del ring. “Me metió una mano y estuvo nocaut, pero pude salir adelante. Creo que se merece una revancha”, se sinceró el boxeador de Centenario.
“Cuesta mucho soltarse acá arriba. Están tus amigos, tu familia, tu gente…Es una presión, pero pude salir adelante y hoy demostré que quiero ser campeón”, siguió el Áspero, quien antes del combate estaba en el puesto número 5 del ranking argentino y ahora seguramente dará otro salto.
Gino venía de una buena racha de nocatus (siete y cuatro desde que retomó su carrera en octubre del año pasado), pero esta vez la historia se definió por puntos. El triunfo fue justo, pero queda claro que corrió mucho riesgo en ese quinto asalto y tuvo manos más livianas que en las anteriores presentaciones.
Desde el primero hasta el cuarto fue un monólogo de Gino. Sin lucir e incluso con una cierta selección de golpes, sacó diferencias. Bien con el jab y a veces preciso en la zona baja, complicó a su rival. Pero no lo inquietó. Y la Herradura de Pinamar buscó su momento. Consciente de que estaba abajo, salió con todo en el quinto y, con un golpe, consiguió más que el Áspero en los asaltos anteriores.
Con las cuentas a favor, pero conmovido y cada vez más sangre en su rostro –herida en la ceja izquierda, corte en la boca-, a Godoy no le quedó otra que priorizar el aguante. Bruno Godoy, que hasta el quinto fue espectador, se sumó a los segundos y metió una anímica clave. “Vos sos un boxeador inteligente. Vamos que falta poco”, le dijo. Y el Áspero salió a bancarla, sin la regularidad del principio, pero con las energías necesarias para llegar hasta el cierre, sostener la ventaja y terminar con el sufrimiento.
No le sobró nada al Áspero, que de todos modos festejó ante su gente y sigue en alza con los números. Ajustar los puntos flojos, tener continuidad y subir la vara de los rivales son los próximos pasos para un Gino que a los 34 todavía tiene cuerda y quiere ser campeón.