Como estaba previsto, este lunes comenzaron a funcionar las unidades culturales y deportivas municipales. Este verano, por la pandemia de Covid-19, se organizaron bajo estricto protocolo sanitario y en grupos reducidos de niños y niñas y adolescentes. De todos modos hay más de 1.400 inscriptos.
La actividad se reparte en 40 puntos de la ciudad, distribuidos entre clubes privados, centros deportivos y comisiones vecinales. Hay 30 unidades para infantes, dos para personas con discapacidad y 10 para adolescentes que funcionan en su mayoría a la tarde.
Sobre la dinámica de trabajo, Mauricio Serenelli detalló que “son de tres horas y cada 45 minutos se van rotando los grupos y las actividades, que están previamente planificadas. Y hay 15 minutos donde se desinfectan los espacios y automáticamente se hace la rotación”.
Los participantes realizan en el mismo día tres actividades: deportivas, culturales y artísticas aprobadas previamente por protocolo. Hay talleres de expresión artística, de iniciación en radio y de baile.
El secretario de Cultura, Deportes y Actividad Física aclaró que en esta edición particular marcada por la pandemia “no va a haber pileta porque las unidades funcionan en clubes, en centros deportivos y en vecinales, y no creíamos que había equidad si a alguno de los chicos les tocaba un sector con pileta y a otro no. Así que decidimos volver al tiempo de los profes viejos y jugar con agua, con una manguera para disfrutar el verano”.
Cada 15 días ingresa un nuevo contingente de chicas y chicos para que puedan participar todos los inscriptos. El primer día los papás o tutores completan un formulario de ingreso y una planilla, en cuyo caso se llena todos los días, que asegura que el niño o niña no ha tenido fiebre ni síntomas compatibles con Covid-19. Además, en el ingreso, con un termómetro digital se toma la temperatura a todos los participantes.
“Hay un nivel muy importante en prevención, en bioseguridad para que los niños y niñas de la ciudad tengan vacaciones felices”, cerró Serenelli.