Mauro Godoy se encontró con un rival de mayor calidad técnica, más joven, con mayor alcance de brazos e invicto en su carrera profesional. Todo eso quedó a lo largo de los seis asaltos disputados en el Ulster Hall de Belfast, donde Sean McComb se quedó con la victoria, por nocaut técnico en el séptimo.
En un combate encuadrado en la categoría de los superligeros, el Rayo de Centenario mostró sus mejores momentos en los rounds 2 y 3. De todos modos no alcanzó a inquietar a un adversario que siempre tuvo una mejor postura, pegó mucho más y aprovechó al máximo su localía.
La definición llegó de manera inesperada. Después del sexto, los boxeadores marcharon a sus rincones y luego de unos segundos de charla, los entrenadores de Godoy le comunicaron al árbitro: “No va más”. El Rayo mostró molestias en su mandíbula y decidió frenar la pelea.
Comenzar con una victoria era el gran objetivo de Mauro en este 2020. Radicado en Girona hace ocho meses, pretende seguir en las carteleras de Europa y habrá que ver si llegan más chances. Además podría volver a combatir en Argentina, en abril o mayo. Obviamente Neuquén es una alternativa. Con esta caída, el Rayo quedó con un récord de 32-6-1. Su rival tiene un inmaculado 10-0-0.
Con esta derrota, quedó claro que Belfast es una tierra esquiva para los Godoy. Hace casi 25 años, Bruno no pudo con Chris Eubank en un final con polémica. Ahora fue el turno de Mauro, que se encontró con un rival muy superior y cayó sin atenuantes.