Pasó el PreFederal y Petro gritó campeón, pero hay resaca. Esto de definir todas las series 2-0 dejó ganas de más básquet. Y por eso Aguante Neuquén fue por las galerías temáticas. La combinación mira ajustada-clic de Mati Subat nunca falla, los protagonistas derrochan talento y hacen de las suyas, y en esta primera entrega, vamos con las bandejas.
“Es el término que define un lanzamiento a canasta ejecutado tras dar un paso o dos después del bote, en el cual el balón se impulsa con la palma de la mano de abajo arriba, dejando el balón lo más cerca del aro posible, o apoyándose contra el tablero”, nos dice la tan querida como inefable Wikipedia.
Con ustedes, la selección
Una Cusa de nunca acabar. Oviedo Jr, o David, no deja a pata. Vos pagá la entrada, que algo te vas a llevar.
Pasta(Frola) de campeón. Esta bandeja está al límite, pero la imagen destila calidad. Y el protagonista guió –y la rompió- al Petro, el mejor del torneo.
Licha en modo AIR. ¿Quieren una versión doméstica del logo de Miguelito? Vayan al Templo y pregunten por Lisandro Gómez Quintero.
¿Es Macedo o Mano de Seda? Se viene un gran doble Decano y todo el mundo lo sabe: en ese movimiento hay fundamento.
El mundo por delante. Es un clásico. De visitante. La mano viene complicada. Y está Casale adelante. A Angelo Sasso poco le importó y lo encaró. Plata o lo otro.
Rendirse, jamás. Troncoso fue el blanco preferido de un nutrido sector de la hinchada de Petro, pero fue el frente. Siempre. Los encaró, anotó y hasta levantó a su gente.
Premiso, soy doble AA. La defensa se abrió y el 6 no lo dudó. Gran doble de Alejo Abadía, el más chico de la cancha, filtrado entre Sánchez y Torres, los más altos del Depo.
El indescifrable Lucas. Villanueva es, tal vez, el jugador más determinantes de la zona. Y la inventiva es una de sus grandes virtudes. No saber con qué te puede salir tu rival muchas veces resulta letal. El todoterreno del Rojo (aun vestido de blanco) lo es.