Marcos Acuña metió recorrida por predios que conoce como la palma de su mano. Flamante campeón del mundo, el Huevo de Zapala dio presente en el estadio de Ferro, donde recibió una plaqueta, y después siguió hasta Tita Mattiussi, donde compartió un largo rato con el plantel de Racing. El club que le abrió las puertas y el que lo lanzó a las grandes ligas lo marcaron a fuego y el lateral-volante no lo olvida.
Luego del gran recibimiento en Caballito, donde reside cuando está en el país, Marcos se fue hasta Avellaneda y ahí se encontró con varios compañeros como Iván Pillud, Gabriel Hauche, Nicolás Oroz y Ezequiel Videla, hoy técnico de la Reserva.
Fue recibido por dirigentes, cuerpo técnico y jugadores. De remera negra y bermuda de jean, charló un rato con todos, también se sacó fotos con chicos de Inferiores y se llevó una camiseta de regalo. Pasado el mediodía se retiró.
En Ferro, el Huevo fue distinguido como Socio Honorario, recibió una plaqueta y estuvo con los chicos de la colonia. En las redes sociales del club recibió muchas muestras de afecto, aunque varios hinchas pusieron el grito en el cielo porque no se informó sobre su visita. Marcos llegó con la copa y la plantó en el césped donde dio sus primeros pasos como jugador profesional. Después llegaron la Acadé, Sporting de Lisboa y Sevilla, donde lo esperan el próximo lunes 26. En el medio, claro está, dos Mundiales con la Albiceleste y el inolvidable título en Qatar.