La Copa Neuquén dijo basta cuando terminó la fase regular en la rama masculina y en el quinto capítulo de la femenina. Ese freno de la pelota se produjo el 14 de mayo y hoy por hoy es muy complejo pensar en una fecha de retorno. La competencia involucra a varias ciudades de la provincia y es ahí donde está la mayor traba.
En la capital ya están dadas las condiciones de volver y, de hecho, los torneo para aficionados fueron habilitados. La historia se complica cuando entra en escena la actividad federada y esa diversidad de opiniones que marcaron a fuego estos 15 meses de pandemia. Obviamente, la política dice presente a cada instante.
En la zona de la confluencia todos los clubes están activos con los entrenamientos en la modalidad de burbujas, pero no ocurre lo mismo en el interior. En Alianza de Cutral Co, por ejemplo, no hay movimientos. Y en Unión de Zapala sólo arrancaron las categorías que clasificaron a los octavos de la Copa Neuquén. En el club por club aparecen diferentes situaciones y eso no hace más que poner interrogantes en cuanto al futuro de la competencia.
Además, hay otros aspectos a contemplar: las vacaciones y el clima. Históricamente, la Liga de Fútbol del Neuquén frenó su competencia en julio y si bien es cierto que estos son tiempos distintos, en los que cada semana vale oro, es difícil pensar en un retorno en el mes que acaba de comenzar.
En el medio asoma la política. Está más que claro que las intendencias manejadas por el MPN esperan las “órdenes” que bajan desde el Ministerio de Deportes para tomar decisiones. Y para muestra, un botón: José Rioseco, mandamás de Cutral Co y opositor, habilitó en las últimas horas el 30% de público para el Torneo Federal de Básquet, una actividad oficial y nacional –las habilitadas-, pero bajo techo. En Plaza Huincul, donde conduce el oficialista Gustavo Suárez, aguardan por señales provinciales.
Esta situación se vivió en varias ocasiones y no sólo en cuestiones relacionadas con el deporte. Plottier varias veces hizo la suya. Centenario, igual. Incluso la capital, a pesar de ser del mismo signo político, se cortó en las decisiones. Y, de hecho, el fútbol ya volvió en su versión amateur.
Al margen de estas cuestiones de escritorio, la realidad es que Lifune debe acomodar la temporada. Terminar la Copa Neuquén es el objetivo y en ese sentido, José Pepe Canales, vice de Pacífico y presidente de la subcomisión de fútbol, ya tiró la alternativa de acortar el fixture y que los cruces de octavos y cuartos sean a un solo partido y no ida y vuelta.
¿Qué pasará con el Oficial? Es una incógnita. Ese es el torneo que determina ascensos y descensos, como también las clasificaciones al Regional Amateur. Es más largo y, por ende, será imposible llevarlo adelante como en las últimas ediciones. Cristian Franzante, presidente de Patagonia, opinó que “tal vez habría que hacer una Copa Neuquén II”. Es una opción, pero antes hay que terminar la primera. La semana que viene, reunión mediante, será clave.