En el fútbol ya arrancó la Libertadores y se analiza la posibilidad de que el campeonato local se ponga en marcha el 16 de octubre. En el básquet se anuncian mágicas burbujas en Córdoba para poder llevar adelante la Liga Nacional. En el automovilismo, las categorías top ya levantaron el telón. Los tres deportes más convocantes y populares del país están en marcha, pero hay una clara demostración de salvar el show, jugar en primera y olvidar tanto las bases como las competencias que sirven como trampolín hacia la elite.
En el caso del fútbol, el interior quedó totalmente postergado. En las últimas horas, la AFA anunció con bombos y platillos la autorización para que vuelvan a entrenar los equipos de Primera femenino, Primera Nacional, B Metropolitana y Primera C. Una vez más, ni una palabra del Regional Amateur y de las Ligas. Y a esto hay que sumarle las divisiones formativas, ausentes en todos los anuncios oficiales.
Es cierto que la situación sanitaria es complicada y el panorama incierto. Pero este parate no hizo más que confirmar el poco interés que tienen los “grandes” dirigentes y la escasa incidencia –e independencia- de las Ligas del interior. En Neuquén, por ejemplo, los dirigentes de los clubes tuvieron que acelerar con las reuniones para poder reactivar las prácticas (funcionales). Cuando llegó el ok del municipio y del comité de emergencia, pudieron empezar.
El visto bueno del Consejo Federal nunca llegó y las noticias solo tuvieron que ver con la cantidad de ligas que tuvieron que suspender los torneos. Son más de 140 y suena lógico, porque la situación no está dada para poder competir. Ahora, de una cosa es la imposibilidad de llevar adelante un calendario y otra, muy distinta, es tener los clubes cerrados.
El básquet transita por caminos similares y los temas centrales son dos: la reforma del estatuto y el arranque de la Liga Nacional. El resto, que lo parta un rayo. De la Liga Argentina, ni noticias. Y el Federal, peor aún, porque además de la ausencia de fechas hay un cambio reglamentario en cuanto a las fichas que no hace más que postergar la decisión de los equipos, que se debaten entre seguir y bajar la persiana.
Aquí también hay una gran problemática por las categorías menores, que recibieron un tardío visto bueno para poder entrenar de manera funcional. De pelota y aro, ni hablar. Ahora, si de burbujas se trata, manos a la obra: Córdoba y Carlos Paz se transformarán en Disney para copiar el modelo NBA….
Si de fierreros se trata, recién el último fin de semana, los autos de las categorías zonales pudieron probar en Centenario. Antes lo había hecho un puñado de pilotos de rally en Zapala y significó un alivio para empezar a mover los talleres. Claro que aquí también las soluciones llegaron en cuentagotas y, como el básquet y el fútbol, el objetivo pasó por terminar de atar el show y las divisiones de elite. El interior, bien gracias. Y ni hablar de poder armar una carrera local como ya lo hicieron el TC, el TC Pista o el Súper TC 2000…
La pandemia complica y todas las actividades tienen su riesgo, por más recaudos que se tomen. De eso no hay dudas. Acá, lo grave es el desprecio y desinterés por el semillero, las divisiones de ascenso, las ligas, los calendarios locales, ni más ni menos que los que conforman el espíritu amateur.
