Billi Godoy puede pegar la vuelta desde Alemania con la frente bien alta. Es cierto que agrandó su récord en el rubro las derrotas, pero también es verdad que sacó un aprobado y mostró pasajes de buen boxeo contra Vincenzo Gualtieri en el Agon Sport Park de Berlín. Aguantó los 12 asaltos, pero lo principal es que llegó con aire hasta el cierre con esa chance de meter la mano salvadora que a veces logra modificar una historia. No la colocó, pero ni por asomo el combate mostró los guarismos extremadamente localistas, que vieron ganar al local por 119-108, 120-106 y 120-108.
Esta claro que el invicto marcó diferencias, pero no para semejantes guarismos. Lo mandó a la lona en el noveno y ese, tal vez pudo ser el único round con brecha de dos puntos. En el resto hubo paridad e incluso, El Niño logró conectar algunos golpes claros como para quedarse con algunos asaltos. Los jueces vieron otra cosa.
En el décimo se dio una situación polémica. Gualtieri fue a tierra y el árbitro, rápido, hizo seguir. Hubo resbalón, es cierto, pero antes un toque de Billi. Correspondía cuenta de protección y era un momento clave de la pelea.
Así y todo, en el cómputo general, no quedan dudas de que la victoria fue alemana. Sin ser una luz, Vincenzo se mostró sólido y justificó su inmaculado palmarés, que ahora está en 18-0-1, con 17. Deberá arriesgar un poco más y salir de su zona de confort si tiene el objetivo de trascender. Por ahora, se calzó el cinturón Internacional mediano de la FIB.
Para Billi es un buen paso. Viene de un parate de más de dos años y apenas metió una pelea antes de cruzar el charco. Se bancó 12 asaltos, terminó de pie y demostró que a los 35 todavía tiene algo para dar. Sigue con un récord más que respetable (38-7-0, con 19) y los promotores que vieron la pelea seguramente se llevaron una buena impresión. Ojalá que lo tengan en cuenta para los próximos eventos porque El Niño dejó en claro que está para varias funciones más en las próximas temporadas.