Por Diego Lores
Ser boxeador no estaba en los planes iniciales de Damián Rojas. Sin embargo, con un padre (Jony) abocado a la tarea de formar púgiles, el Chiva pronto pasó de espectador ocasional a pararse en el centro del ring. Aquel niño del Barrio Unión creció y el 8 de abril de 2017 llegó el debut profesional, con un KO ante el también novato Cristian Chávez. Tres años después de aquella noche, acumula ya 14 combates profesionales, con 12 victorias (10 KO) y 2 derrotas, ambas por la vía rápida.
Luego de sus primeros 9 combates, con 8 victorias (7 de ellas por la vía del cloroformo) y una derrota antes del límite, el primer compromiso de fuste que Rojas tuvo que afrontar fue hace exactamente un año, el 28 de junio del año pasado. En el rincón opuesto estaba Sergio Estrela, un peleador con más de diez años de experiencia en el campo rentado, que supo ser campeón latino y sudamericano. Aquella noche, en Sportivo Barracas, el Chiva sorteó el compromiso con una definición rápida en el segundo round.
Aprovechando el envión victorioso, fue por Daniel Alejandro Sosa. La noche del 26 de julio no fue la mejor para Rojas, quien perdió por la vía rápida en el cuarto asalto. Afortunadamente, la revancha llegó apenas dos meses después, con un claro dominio y victoria en fallo unánime ante el mismo rival, esta vez en el Club Atlético Huracán.
Para cerrar el 2019, enfrentó a otro experimentado, el uruguayo Martín Severo, en el Gimnasio Municipal Enrique Mosconi de Cutral Co. La noche se cerró con una clara victoria: nocaut 4, alegría de su gente y todo el país como testigo porque la velada fue transmitida por TyC Sports.
Damián Rojas nació en Cutral Co hace 24 años (2 de enero de 1996). Su récord profesional es de 12 victorias (10 nocauts) y 2 caídas (2). Ocupa el sexto puesto en el ranking argentino de los superplumas
El 2020 era un año de muchos desafíos para Rojas, quien actualmente se ubica en el sexto lugar del ranking nacional. En el horizonte estaba la posibilidad de pelear por el título argentino de los súperplumas. En ese rumbo se encontraba, cuando el viernes 13 de marzo, en el Estadio de la FAB, participó de la que fue la última velada boxística en nuestro país. El covid 19 comenzaba a acechar. Poco le importó al Chiva. Ante José Rodolfo García volvió a mostrarse sólido y logró el décimo nocaut de su carrera profesional.
Cansado de la cuarentena porteña, consiguió el permiso correspondiente para regresar a Cutral Co. Luego de cumplir con los 14 días de aislamiento estricto ya pudo retomar los entrenamientos, monitoreado por su padre y bien cerca de los suyos.
“En Buenos Aires se me complicaba mucho para entrenar, así que con unos amigos nos conseguimos un taxi y nos vinimos. Llegué el 7 de junio, cumplí el aislamiento y ya estoy entrenando con mi viejo”, afirmó aliviado.
Ahora queda esperar que el coronavirus baje la guardia, para así poder emprender el retorno a la gran ciudad. Allí entrena en el Acoyte Boxing, bajo la supervisión de Leo Pessano y Demián García. “La idea era pelear por el título este año. Tenía planificado hacer una pelea más y antes de fin de año ir por el título”, afirmó.
El cetro se encuentra vacante y su último poseedor fue José Matías Romero, oriundo de Neuquén, pero radicado desde muy pequeño en Córdoba.
Mientras trabaja su zurda y sueña con seguir mostrándose como un púgil de ataque, Damián espera que la pandemia termine y que su promotor, Mario Margossián, le consiga la chance que tanto anhela.