Por Carolina Magnalardo
Jugó en el club Patagonia, estuvo becada en una universidad de Estados Unidos para estudiar y jugar, y es la única neuquina que logró convertirse en jugadora profesional de fútbol. Ailin Franzante le contó a Aguante Neuquén cómo vive su presente futbolístico en Gimnasia y Esgrima de La Plata y cuál es el secreto para triunfar en el deporte.
“Cuesta la cuarentena, se hace tedioso e incluso advierto mucha desinformación y dudo de algunas cosas que veo. Me mantengo informada de lo que ocurre en el país, sigo lo que sucede en Neuquén, pero le doy el espacio justo y necesario en mi vida, porque cuido mis energías y como soy muy receptiva energéticamente hablando y entiendo la energía que los medios emanan, trato de evitarla”, relata la jugadora de 26 años.
Mi contacto con la naturaleza, anclarse a tierra, conectarse con uno mismo. Es estar plantado en tierra pero a la vez alimentado por el cielo. Y también hay que protegerse. Para mí la vida es jugar y crear y no hay límite. Me ha pasado de meditar previo al partido y por no anclarme a tierra luego pasarla mal en el juego. Y las veces que me he meditado y tratado de conectarme con la energía y con la tierra termina siendo un partido totalmente distinto”.
La jugadora de 26 años, apodada por sus compañeras como “Puyol” (por su talento y por su cabellera), recordó que se acercó al fútbol porque su padre le enseñó desde muy pequeña. Consultada sobre la importancia del apoyo de los padres en las elecciones de los hijos, Ailin considera que “el tema femenino/masculino es solo energético. Juzgar a alguien por eso cae en lo obvio porque todos tenemos ambas energías. Los hijos somos los maestros de nuestros papás y ellos nos eligen y nosotros los elegimos para enseñarnos mutuamente”.
El único equipo neuquino en el que jugó es el Club Patagonia. En un verano, a los 12 años, en el balneario de Mar de Plata junto a otras jugadoras, entre ellas Aldana Cometti (jugadora de la Selección Argentina), íbamos por cada carpa intentando convencer a todas las mujeres para que nos dejaran participar. A los 18 me fui a vivir a La Plata y empecé a jugar en una escuelita con Mauro Córdoba, que es el actual entrenador de Gimnasia, y luego tuve la oportunidad de irme becada a una Universidad de Estados Unidos por dos años”. Sobre esa experiencia, Ailin señaló que “desde los 15 tuve claro que quería irme a otro país a estudiar y soy muy independiente y fría en cuanto a lo emocional y no me costó irme”.
Por último, le dejó un mensaje a las niñas y adolescentes regionales que sueñan con ser jugadoras profesionales de fútbol: “Una tiene que pedir pero con coherencia. Si una pide pero no se comporta o acciona de la forma que corresponde, no van a creer en vos. Primero, el trabajo propio, la responsabilidad, es el paso uno para ser deportista. Una vez que sos responsable con vos mismo, ahí pedí lo que quieras y más”.