Por Julián Mozo
Fotos: Lab DC
“Un día me desperté a la noche y me dije ‘lo quiero hacer en mi país, en la ciudad donde vivo’”. Pepe Sánchez recuerda bien el momento en que ya no tuvo dudas, que supo que tenía que arriesgar, ir a fondo con su proyecto de hacer un centro de alto rendimiento en Argentina, puntualmente en Bahía Blanca. Todo por un sueño que había empezado a tener hacía un par de años, mientras transitaba su última etapa en Europa.
“En mi vida he vivido de sueños: primero fue jugar en selecciones de Bahía Blanca, luego en la Liga Nacional, después irme al básquet universitario estadounidense cuando nadie lo hacía… Imaginate que yo tenía 18 años cuando llegué a Estados Unidos con un bolso y sin hablar inglés, y a los cinco años estaba jugando en la NBA. Mi vida estuvo hecha de proyectar sueños y los fui cumpliendo, uno a uno. Y este ha sido uno más que me hace sentir muy orgulloso, que es tan importante como haber jugado en la NBA o haber ganado una medalla olímpica”, cuenta mientras camina por los pasillos de su chiche, el Dow Center, y mira a sus alrededores, como tomando conciencia de lo logrado…
En su camino, que recorre diariamente, Pepe saluda a un par de jóvenes bahienses, deportistas amateurs, que van al gimnasio, y a una señora que llegó temprano y ya se va, sonriente. A los pocos metros se cruza con el grueso del seleccionado argentino que, durante cuatro días, concentró en este mágico lugar, como en la previa de aquel subcampeonato mundial en 2019, ahora en la preparación para la doble fecha de eliminatoria que comenzara el 26 en Canadá. El cerebro de la Generación Dorada se abraza con su pollo, Leandro Bolmaro, la joya que fue a buscar a Las Varillas y terminó de pulir en Bahía Basket para que luego diera el salto al Barcelona y desde, hace un año, a la NBA. Enseguida arranca una breve charla con Facu Campazzo, el nuevo eslabón de la cadena de bases top que ha tenido nuestra historia. “Estamos muy cómodos. Ya lo sabés: el lugar es un espectáculo, nada tiene que envidiarle a los centros de la NBA. Gracias Pepe”, le dice. El Che García lo abraza con una mano y le dice al oído “te felicito, no existe una estructura así en América Latina. Esto es único, lo mejor”. Se despiden y, claro, Sánchez siente un orgullo interior. El mismo que le transmiten sus compañeros de GD. Una vez más siente que todo ha valido la pena…
“Hemos pasado momentos duros, sobre todo en la pandemia, que nos golpeó y detuvo todo el proceso. Pero hemos encontramos mucho apoyo, gente cercana y privados, como la empresa Dow, que creyeron en esto. Yo sabía que esto requeriría mucho trabajo y tiempo, pero es lo que quería. Nosotros somos el producto de esto, mi vida y la de mis compañeros de GD ha sido esto, querer ser mejores cada día. Por eso tenía esta ilusión de armar un lugar así, para que el camino del desarrollo, de la formación, sea más fácil. Para que nuestra Selección no tenga que irse al exterior para entrenarse en un lugar de calidad”, comentó.
-Algunos se preguntan por qué invertiste en esto, con el riesgo que genera, y sobre todo teniendo opciones más redituables.
-Mirá, yo no sé cuál es el futuro, esto no se creo con un plan de negocios y todavía estamos encontrando nuestra identidad, pero era mi sueño y materializar sueños en la vida no es para cualquiera.
-¿Hay también una cuestión de generar un poco de inspiración?
-Un poco sí. Siempre escuchamos que en nuestro país no se puede, que hay que irse afuera para conseguir lugares así. Se puede acá también, es lo primero que pensás cuando entrás al Dow Center. Y eso es lo más importante. Que se hizo y que todos lo pueden disfrutar. Por eso nos abrimos a la comunidad: cualquiera puede venir al gym, o jugar al básquet, o hacer un plan de entrenamientos. Y los deportistas están acá, no están aislados. Porque lo que queremos es inspirar, y qué mejor motivación que ver a tu lado a un deportista de elite. Acá vienen Lautaro Martínez cuando viene a Bahía. O Rodrigo Palacio. O Facundo Tello, el árbitro. Y todos me hablan del ambiente que se respira. Y elogian que es un lugar de primer nivel mundial. Pero en Argentina.
-Es como una medalla más en tu carrera.
-Lo siento así. Esto es como ser campeones olímpicos o llegar a la NBA. La única diferencia que los otros logros son resultados deportivos y esto es infraestructura. Pero tiene el mismo valor. Así lo siento yo y me lo dicen mis compañeros de camada. Todos soñamos que dejar algo así, un sitio donde los atletas tengan todo para ser mejores cada día.
Pepe siempre ha ido por más, por lo distinto, por la innovación. Y el nuevo paso lo dio la semana pasada, cuando el Dow Center recibió la certificación LEED O&M Existing Buildings, norma internacional de sustentabilidad que valida su aporte a la disminución del impacto ambiental, convirtiéndose en el primer complejo deportivo en Argentina en alcanzar la calificación. “El edificio, además de ser diferente desde su concepción porque todo está conectado teniendo a la tres canchas como eje de todo, lo es desde su construcción, siendo sustentable para el medio ambiente. Reciclamos el agua de lluvia y tiene paneles térmicos que nos han permitido, por caso, no prender ni la calefacción ni el aire acondicionado en el último año”, explicó Pepe luego del acto que se realizó el jueves. “Nos llevó dos años para conseguir esta certificación mundial. Pero es parte de lo mismo: prueba que podemos hacer algo así, creativo y estético, en nuestro país y, a la vez, de forma sustentable. Es sentar un precedente”, agregó en su reflexión.
El complejo, que tiene 7500 m2 de superficie, se destaca por la tecnología aplicada en la edificación, con aislación térmica para reducir el consumo energético. Posee superficies vidriadas para tener una iluminación diurna natural, un sistema de parasoles que brinda control solar pasivo y de aislación acústica, artefactos eléctricos de mínimo consumo energético, una planta de tratamiento cloacal, con clasificación y separación de residuos en origen, y un sistema de almacenaje y reutilización del agua de lluvia. También cuenta con espacios verdes, como una huerta complementaria al edificio principal, y superficies para esparcimiento, arte y creatividad. Con ambientación especial, se puede leer, relajarse, jugar, hacer yoga o realizar actividades artísticas. Posee tres canchas de entrenamiento (con tableros, aros, pisos y vestuarios nivel NBA) que, juntas, forman un estadio para 3.000 personas sentada, el mismo que permitió un entrenamiento abierto de la Selección que el sábado convocó a 2000 personas. También cuenta con hotelería, departamentos para reclutados, comedor, oficinas administrativas y para entrenadores, un gimnasio de alto rendimiento, un centro de medicina y rehabilitación, salas de video, estudio, reuniones y espacios de coworking.
“En 2023 buscaremos seguir abriéndonos a otros eventos, como recitales, congresos, charlas, además de seguir siendo una referencia para diversos atletas y equipos de distintos deportes. La idea es que sea un lugar multiuso, el concepto que tomé de mi experiencia en el exterior, buscando adaptarlo a la forma de ser de los argentinos”, conto Pepe. Informó que por ahora tiene confirmados la final de los Juegos Bonaerenses para este año y se viene una postemporada de un equipo universitario de USA y la llegada de NBA Routs, un campus oficial de la mejor liga del mundo para fomentar el deporte en chicos y chicas. “Queremos que se empiece a vivir más la experiencia Dow Center, un complejo con una versatilidad que le da una enorme potencial”, cerró con las ganas de que otros argentinos también pueda disfrutar del último sueño que ha concretado.