Gigantes del Sur se mudará desde el Ruca Che hasta el gimnasio del IFES para afrontar un weekend clave en la Liga Argentina de vóley y su capitán Javier Sánchez lo palpita a full. Pieza vital de un equipo en formación, el Mono cree que van por el buen camino, mientras disfruta de una nueva temporada en el Dino. River, el viernes a las 21, y Untref, el domingo a las 20, serán los compromisos.
“Es un fin de semana para seguir creciendo, ante dos equipos que se armaron muy bien. Son rivales directos, de un calibre importante. Creo que llegamos con pocos partidos (sólo los cuatro de la liga), pero lo compensamos con mucho entrenamiento y mucha agresividad, y a medida que pasan los juegos nos acercamos a lo que queremos”, analizó el central del conjunto neuquino.
La mudanza no es un dato menor, pero Javier tiene la receta para disimular el cambio: la banca del simpatizante. “Sin lugar a dudas va a influir, porque es un estadio muy diferente al Ruca Che y al que no estamos habituados. Por suerte tenemos el apoyo de la gente, que es incondicional”, afirmó.
Y siguió: “Nos vamos a ver disminuidos en ese aspecto y seguramente quedará gente afuera. Es una espinita que tenemos clavada, tanto nosotros como el público, pero el Ruca Che está ocupado. Estamos seguros de que van a alentar el doble”.
Hasta el momento, Gigantes tiene un récord de 1-3: perdió con los sanjuaninos de UPCN y Obras en San Juan y Libertad en el Ruca Che; pero tuvo desquite ante PSM de local. Suma 4 puntos y, de acuerdo a los cálculos previos, son números lógicos, por el nivel de los rivales y porque los tiempos no estuvieron del lado del Dino durante la pretemporada.
“La venimos remando en dulce de leche. En el primer weekend, los cubanos llegaron el lunes, entrenaron martes y miércoles y el jueves ya jugamos. Creo que en San Juan hicimos dos grandes partidos y en óptimas condiciones, hubiésemos ganado alguno”, arrancó el Mono.
“Y este fin de semana, lo mismo –agregó-. Ganamos uno y perdimos uno, pero pudimos haber sumado más. En el momento quedó una calentura importante, pero lo charlamos y analizamos que nos faltó un jugador clave por lesión (el cubano Miguel Gutiérrez). Tenemos que pensar que esto recién empieza, van cuatro partidos y todavía quedan 18 de fase regular más los play offs”.
En los juegos a disputarse en el IFES volverá Gutiérrez, pero a partir de su ausencia, el entrenador Camilo Soto encontró variantes que pueden ser vitales para el futuro. “Los chicos cubanos vienen de una temporada dura, con muchos partidos y era algo que podía pasar, pero fíjate que hay recambio. (Antú) Isso, que es un chico de acá, se la bancó muy bien y nos viene bárbaro”, largó Sánchez.
Con 38 años, el Mono se siente pleno. Hace once se puso la camiseta de Gigantes por primera vez y ya no piensa en un cambio de equipo. Tampoco de ciudad.
“Vine en 2007 y en 2010 me fui Formosa (La Unión), pero mi mujer y mis hijos se quedaron en Neuquén. Este es mi lugar en el mundo, lo siento a Gigantes como parte mía. Cuando me fui seguí en contacto con el cuerpo técnico y los dirigentes. Y el profe Carlos Aguilera fue clave, me ayudo durante todos los inviernos a laburar fuerte, en la pista, en el gimnasio, en la pileta…A esta edad todo es más complicado, pero me siento bárbaro y siempre voy a estar muy agradecido al profe”, cerró el capitán.
