Moccia propone cambios para financiar el deporte y así no depender solo del Estado

El presidente del COA y su equipo de trabajo, a seis mesis de asumir.

Por Fernando Bianculli (Télam)

Mario Moccia, propuso un “cambio de paradigma” en la metodología de financiamiento del deporte nacional, al entender que su desarrollo “no puede depender solamente del Estado” sino que debe articularse con el “aporte privado”. En esa idea, el dirigente solicitó “algún proyecto de desgravación impositiva” que favorezca la inversión y genere nuevos recursos. “El Estado no está en las mejores condiciones para cubrir todas las necesidades, de modo que si queremos ser un país líder en deporte no podemos tener un presupuesto único”, alertó en una entrevista exclusiva con Télam.

El titular del COA se comprometió a “seguir trabajando” para recuperar la autonomía financiera que perdió el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) durante el gobierno de Mauricio Macri con la eliminación del impuesto al 1% a la telefonía móvil.

A seis meses de iniciar su mandato en reemplazo de Gerardo Werthein, el presidente del COA aceptó que las instituciones del deporte argentino “se han debilitado muchísimo” producto de la pandemia de Covid19 y que las posibilidades de conseguir resultados en los próximos Juegos Olímpicos París 2024 “quizás sean más acotadas”.

“Para Los Ángeles 2028 estoy seguro que tendremos mayor protagonismo”, confió el jefe del deporte olímpico, enfocado en un planeamiento estratégico para garantizar el desarrollo de la actividad a largo plazo.

A seis meses de haber asumido a en el COA, ¿cuál es la foto del deporte argentino en general?

Estamos todavía con el pospandemia, fueron casi dos años de inactividad federativa. Las instituciones se han debilitado muchísimo, tanto los clubes como las federaciones, por la falta de actividad. Eso demanda un tiempo de recuperación. La foto es la de un deporte golpeado que hoy intenta recuperarse para tratar de llegar muy bien preparado a París 2024.

¿Le preocupa la situación?

No, porque veo un gran compromiso y un trabajo mancomunado de todos por volver a la normalidad. Creo que estamos en un momento difícil de la Argentina y lo estamos llevando bastante bien, con el apoyo del Enard, la Secretaría de Deportes y el Ministerio del área. Y en todos los casos con la creatividad de cada una de las federaciones para ir retomando el calendario de torneos, tantos nacionales como internacionales. Estamos hoy dentro de la cocina de lo que se viene y me siento muy satisfecho porque hemos avanzado en muchos temas durante estos seis meses.

¿En qué temas específicamente?

Hemos empoderado a todas nuestras comisiones de trabajo, pusimos sobre la mesa como ejes centrales temas que preocupan a toda la sociedad: la sostenibilidad, la igualdad de género, la representación de los atletas en los órganos de decisión y el deporte para todos planteado como lucha contra el sedentarismo. Tenemos la decisión de abrir al COA a la interacción con todos los sectores del deporte para construir una política de Estado.

Neuquén fue una de las primeras ciudades que visitó como titular del COA, en noviembre.

Considerando cuatro grandes ejes que hacen al desarrollo deportivo: financiamiento, equipamiento, recursos humanos e infraestructura: ¿dónde está hoy la principal carencia?

Hay de todo, tenemos financiamiento pero no es el que necesitamos. Si uno compara el alto rendimiento de Argentina con el de otros países, estamos por debajo de algunos con los que disputamos medallas en las competencias, por ejemplo, Colombia. Nosotros tenemos una situación económica compleja por la devaluación de nuestra moneda a nivel internacional. Y en el alto rendimiento todo se mide en moneda extranjera: aéreos, giras y gastos en el exterior. En cuanto al equipamiento hay un legado de los Juegos de la Juventud Buenos Aires 2018, pero en algunos deportes todavía tenemos algunos problemas. Lo mismo que en infraestructura, que a veces no es suficiente para nuestras necesidades.

¿Puede citar un ejemplo?

Nos están faltando algunos polideportivos para que todas las disciplinas puedan trabajar sin necesidad de superponerse, también algunos natatorios, pistas de agua… Hay que desarrollar una política que vaya más allá de lo deportivo, relacionada con el medio ambiente, para lograr el saneamiento del curso de agua de nuestros ríos. Por ejemplo: en nuestra pista nacional de remo y en el Río de la Plata. Nos están faltando cosas, pero entendemos la situación y sabemos que no se puede hacer todo de golpe. Estamos bien, somos un país acostumbrado a pelearla. Hay que ver también el aspecto positivo: tenemos muchos atletas, recursos humanos de nivel y una generación de deportistas jóvenes que brilló en Buenos Aires 2018.

¿Cómo proyecta el futuro del deporte argentino?

Tenemos el propósito de hacer un planeamiento serio de trabajo para poder obtener resultados. Recientemente tuvimos una jornada de exitosa de fortalecimiento institucional y planeamiento estratégico con todas las federaciones nacionales con vista a los Juegos Brisbane 2032, con la idea de ajustar al máximo París 2024, que ya lo tenemos muy cerca, y también pensando en el recambio natural que se dará rumbo a Los Ángeles 2028. Debemos trabajar muy fuerte con la categoría de atletas que hoy tienen entre 15 y 17 años. Eso implica un planeamiento profesional con cada federación, definir cuáles son las necesidades de equipamiento, los lugares de entrenamiento, giras preparatorias, competencia, rivales a vencer, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades y cómo podemos llegar con un presupuesto adecuado.

Debido a esta transición que atraviesa el deporte argentino, ¿hay que olvidarse de obtener buenos resultados en París 2024?

Nunca tenemos que renunciar a los resultados. Lo que estamos tratando de hacer para París es un trabajo direccionado para potenciar a quienes están con posibilidades de conseguir medallas y acompañar a los que están más lejos. Hay deportistas que seguramente no tengan posibilidades de llegar al podio pero en otros deportes siempre estamos para discutir: el hockey masculino y femenino. Las chicas que fueron medalla de plata en Tokio tenían un recambio que va a llegar muy afianzado, por eso creo que Las Leonas pueden tranquilamente ser medalla de oro en París. El vóleibol va a llegar muy bien, el fútbol lo mismo, el seven de rugby también.

¿Argentina está mejor en los deportes grupales que en los individuales?

En general sí, estamos mejor en los grupales. Si nos remontamos a los últimos Panamericano de Lima (2019) fuimos medalla en todos los deportes de equipo. Obviamente hubo excepciones, pero esa es una tendencia clara. En Tokio lo mismo: fuimos plata en el hockey femenino; bronce en el vóleibol y el rugby masculino. En lo individual es más complejo porque se nos retiró Paula Pareto, pero en la vela siempre tenemos expectativas de conseguir buenos resultados. Los Juegos de París están muy cerca y las posibilidades quizás sean más acotadas, pero sí para Los Ángeles 2028 estoy seguro que tendremos más protagonismo.

Existe actualmente un debate nacional en todos los ámbitos sobre el rol del Estado. ¿Cuál es su opinión sobre el tema en el deporte: más o menos Estado?

El apoyo del Estado es fundamental, está claro que la Secretaría, el Ministerio y el Enard han cubierto todas las necesidades en los últimos tiempos, pero también creo que hay que ser realistas: todos los países del mundo que crecen y se desarrollan en el deporte no tiene un único presupuesto. El Estado no está en las mejores condiciones para cubrir todas las necesidades, de modo que si nosotros queremos ser un país líder en deporte tenemos que acompañarlo con un presupuesto adecuado. Creo que al sector privado le interesa el deporte, pero hay que ayudarlo a que puedan invertir, trabajando con algún proyecto de desgravación impositiva que le facilite su ingreso. Las empresas buscan reflejarse en los valores del deporte: la excelencia, la amistad, el respeto, el trabajo en el equipo. Y también se favorecen con la visibilidad que les dan los deportistas a los que representan. Es un nuevo paradigma que debemos desarrollar.

¿Cómo definiría la situación presupuestaria actual?

Estamos justos, tenemos que mejorar para poder aspirar en el nivel que queremos. Los argentinos tenemos un problema que es el exitismo, siempre queremos ganar todo y está muy bien, pero hay que entender que los otros países también se preparan para ganar y en el alto rendimiento las diferencias son mínimas. La mayoría de las veces se expresan por el presupuesto, el equipamiento o la infraestructura.

¿Cómo buscará avanzar en ese nuevo paradigma?

Proyectando un financiamiento adecuado con las autoridades gubernamentales y también de las empresas privadas. Esto lo hablábamos en un seminario reciente con líderes de empresas de primera línea. Creemos que no se puede depender solamente del presupuesto del Estado, que hay que generar acciones que complementen las necesidades del deporte y de las empresas en cuanto a imagen y desarrollo. Este convenio que firmamos con Le Coq Sportif apunta justamente a eso.

¿Qué expectativas tiene acerca de la recuperación del financiamiento a través del impuesto a la telefonía móvil?

Las conversaciones siguen, la peor gestión es la que no se hace. Presentamos un proyecto a fin del año pasado, hablé con el ministro (Matías) Lammens, también lo habló Inés (Arrondo, titular del Enard), lo hablamos con el senador Montenegro, que preside la Comisión de Deporte en el Senado. Más allá de la nueva composición política en el Congreso, creo que esta es una situación que trasciende a los sectores políticos. Es una cuestión de los deportistas en su conjunto. Se trata de volver a darle al Enard la autarquía que tenía antes que se modificara el artículo de financiamiento de la ley, que impidió que se continuara recibiendo el 1% del consumo telefónico. Vamos a seguir trabajando en eso, sabemos que Argentina tiene otras prioridades hoy a partir del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pero es un tema que tenemos en agenda para plantear ni bien se pueda.

 

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