Por Cristian Helou
Hace unos días se confirmó la vuelta de Gigantes del Sur a la Liga Argentina de Vóley. En las últimas horas la ACTC informó que el TC retornará a Centenario el 6 de marzo del 2022. En noviembre, otra Vuelta, la del Valle, copará las rutas (y calles) de varias ciudades de Neuquén. Vuelta y vuelta, así se cocina un deporte neuquino con recetas clásicas, ingredientes repetidos (césped sintético a granel) y pocas ganas de innovar. Esa revolución llena de hashtags prometedores tarda en concretarse, pero lo más preocupante es que tiene capítulos de involución.
El retorno del equipo de vóley sorprendió, pero tiene una explicación. Si la intención es tocar en primera, la competencia organizada por la ACLAV tiene el camino más corto. El Dino, por historia, se ganó un lugar en la consideración nacional y está claro que fue un punto determinante para que la asociación de clubes le abra las puertas, mediante una invitación.
De todos modos, el proyecto de Gigantes del Sur siempre tuvo capítulos que generaron polémica. Falta de presupuesto, pagos con retrasos y participaciones que estuvieron en duda hasta último momento marcaron a fuego los 16 años del equipo en la elite. Así y todo, es respetado a nivel nacional, logró ser subcampeón y en la 19-20, antes del freno por la pandemia, quedó pendiente una semifinal contra Ciudad.
Si la vuelta de Gigantes va a servir para que los jugadores locales tengan la chance de mostrarse, bienvenida sea. Ese fue el objetivo cuando se creó el equipo, pero nunca se cumplió. Además se habla de “sentido de pertenencia” y de partidos con el Ruca Che a explotar. Dos datos falsos: el primero porque la deserción del año pasado no movió la aguja del deporte local y el segundo porque los juegos con buenos marcos de público se pueden contar con los dedos de una mano y, vaya dato, la entrada fue libre y gratuita.
La movida del TC, claro está, es una historia muy diferente. Se trata de un circo muy bien armado que revoluciona la zona durante una semana. El gobierno hace un aporte clave para que eso ocurra y ese combo con un gran movimiento turístico le da paso a buenos resultados. El problema, en toco caso, es que esa visita fierrera no deja la llama encendida para que las categorías zonales puedan explotar y tener un calendario más continuo.
Lo de la Vuelta al Valle 2021 (desde el 20 hasta el 28 de noviembre) es un caso particular. Cutral Co, Zapala y Neuquén anduvieron a los “codazos” para asegurarse etapas de la clásica competencia. Se trata de una carrera clásica, de las más importantes del país, pero con genes de Río Negro, más precisamente de Allen. Una cosa es aportar a la causa y tener alguna etapa y otra, muy distinta, es que la prueba sea más neuquina que rionegrina.
Si en los municipios tienen tantas ganas de apostar ciclismo, ¿por qué no le dan vida a la Vuelta de Neuquén? Si algo tiene la provincia son lugares para mostrar, un sur que derrocha belleza, un norte para explorar y potenciar, y rutas complejas con paisajes diversos que le podrían dar forma a una gran prueba. Cada uno de esos parciales de la Vuelta al Valle tiene un costo y no es la primera vez que los organizadores cruzan el puente porque de este lado encuentran el “sí” más fácil.
En el medio de tanta vuelta, la realidad es que el deportes neuquino perdió protagonismo a nivel nacional. El básquet, que abastece a las selecciones argentinas formativas de manera constante, no tiene presencia en las grandes ligas aunque amaga con despegar con un intenso torneo PreFederal. El fútbol intenta trascender pero tiene una competencia interna floja y apuesta por un resurgir en el Regional Amateur, a partir de una lluvia de invitaciones.
Los éxitos, habituales en el último lustro, hay que buscarlos en disciplinas que no son masivas como las anteriores pero requieren de una mayor atención. Primero, el patín carrera donde Neuquén es, sin dudas, la potencia nacional. Y segundo, la natación, con talentos para seguir de cerca y potenciar.
Precisamente, hace algunos días se anunció la construcción de una piscina olímpica, proyectada en el club Municipal. Es una obra indispensable, con cartel prioritario. Tener una pileta de 50 metros ayudará a sostener el nivel y estar cada vez más cerca de las potencias nacionales.
Ese rectángulo celeste y acuoso servirá para cortar con tanto verde de plástico. Hay una movida que parece no tener retorno (o vuelta) y es la de las canchas de césped sintético. La semana pasada fue el turno de “un nuevo espacio deportivo en el barrio Confluencia, ubicada al final de la calle Obrero Argentino”. Así fue anunciado por las autoridades el pasado 16 y no es, ni más ni menos, que una cancha de césped sintético.
Es en este punto donde escasean las ganas de innovar. Una cosa es potenciar un club de Gregorio Álvarez, en el corazón de la ciudad, con la construcción de una cancha sintética que aporta rápidas soluciones. Y otra, muy distinta, colocar esa misma manta a metros del río, donde se puede apostar por una obra más elaborada, con césped natural.
Si el deporte neuquino anda a las vueltas, hay dos actividades de las mencionadas ligadas a un club que fue noticia en los últimos días. Gigantes del Sur jugó las últimas ligas con el escudo de Sapere en su camiseta. Y las ultimas pruebas de ciclismo local fueron organizadas por la dirigencia de Sapere. Club futbolero en exclusividad y referencia del este capitalino, atraviesa una crisis institucional, a tal punto que no pudo participar en las últimas dos fechas del Oficial de Lifune.
La realidad es que si alguna vez picó una pelota de vóley en el club es porque se escapó de algún patio cercano. Y las únicas bicis que andan por el club son las de las y los futbolistas que van al club todos los días. Caso extraño, como tantos en el ámbito local.
Para cerrar el círculo, el querido mundo de los hashtags. La pandemia se llevó puesta #LaMejorProvincia y al toque se fue a la banquina #RevoluciónDeportiva. Con el tiempo aparecieron dos más a tono con la realidad, #MásDeporte y #OrgulloNeuquino, aunque en los últimos días hubo una falla de comunicación. A punto de inaugurar una obra de iluminación y cerrado perimetral de una cancha (obviamente de césped sintético) en Las Coloradas, el gobernador lanzó “La #RevoluciónDeportiva se potencia con infraestructura”. Habría que avisarle que está en un impasse.