“Se jugó como los clásicos de antes. Obvio que en algún momento se picó, pero antes y después del partido hubo buena onda”. La textual llegó de uno que puso pierna fuerte pero después saludó uno por uno a los rivales. Y la escena se repitió en varias ocasionas. Los hinchas de Estudiantes y Gimnasia que están firmes con sus agrupaciones en Neuquén tuvieron una gran iniciativa y jugaron un picado en Orsay.
La idea surgió hace un tiempo, aunque la pandemia puso piedras en el camino. Llegaron las habilitaciones, las extensiones horarias y al fin pudieron verse las caras. Como en La Plata, tiraron diagonales. Los Triperos imaginaron una palmada de Timoteo antes de entrar a la cancha y enfrente, los Pinchas mostraron sus estrellas y juraron no tener alfileres entre sus pilchas. Salió picante, obvio, pero reinó la camaradería.
El Lobo metió un plantel más nutrido y a partir de un constante recambio, ganó por tres goles en este primer capítulo. No hay fecha, pero se viene el capítulo II y seguramente habrá más partidos, con posterior chori (cuando se pueda).
La movida, de Patagonia Tripera, arrancó con el rival de toda la vida, pero habrá invitaciones para las filiales o agrupaciones de todos los equipos de AFA que tengan actividad en la zona. Se vienen muchos encuentros. Picantes en el césped, cordiales antes y después de esos 30 y 30.
