Por Cristian Helou
A Neuquén le cuesta meterse en el concierto nacional cuando se habla de deporte, pero hay disciplinas que se sostienen en el grupo de elite. En medio de una pandemia que es interminable y que le dio paso a calendarios tumultuosos, brotaron algunas hechos que deben ser tenidos en cuenta si la apuesta es trascender. El patín, potencia a nivel país, se mantuvo firme con convocatorias masivas a la selección; la natación dijo presente en el último evaluativo argentino donde estuvieron los mejores; y el básquet siempre tiene un canterano en sus combinados Albiceleste. La lista sigue, pero estos son los casos más interesantes y es menester prestarles atención.
Tres por tres
Lo del patín no deja de sorprender. Campeón a nivel federación y de clubes con Alta Barda, 22 deportistas fueron elegidos para la evaluación nacional. Las últimas restricciones obligaron a la suspensión de la actividad, que se iba a desarrollar en la capital provincial, pero está claro que los mejores del país están acá.
Para ratificarlo, Guillermo Herrero, coordinador de velocidad de la Confederación Argentina, fue certero: “Hoy Neuquén es lo que era Mar del Plata cuando patinaba yo. En una selección tenías cuatro marplatenses y (José Luis) Lozano. Y la verdad es que hoy los mejores juveniles están en Neuquén. El futuro está en Neuquén”.
Con Rosana Sastre y Marina Baca Cau en el cuerpo técnico de las selecciones y una banda de patinadores que promete, con Francisco Reyes Petrelli consolidado como el mejor velocista del país, es una disciplina a cuidar. Por eso los avances en las obras del patinódromo de la federación deberían acelerarse, la pista del Parque Central tendría que estar en mejores condiciones y lo mismo cuenta para el trazado del barrio San Lorenzo, sin contar que el de la Asociación Española, escenario de grandes batallas y logros históricos, hoy está tapado por un estacionamiento.
A ese gran rendimiento deportivo, que sostiene a la provincia en más alto se lo debe acompañar con una buena infraestructura o un adecuado mantenimiento.
La natación es otro deporte en constante crecimiento, también liderado por el equipo de Alta Barda pero con talentos en varios clubes. Cinco deportistas estuvieron con los top del país en Cenard y demostraron que no están lejos de las potencias. Pablo Duarte metió marca B para los Panamericanos Junior de Cali, Renata Flores, Julieta Peralta y Felipe Lores cumplieron, mientras que la quinta, Paloma González, no pudo probarse por cambios en la programación, pero ya está en la consideración del cuerpo técnico nacional. Eso también hay que cuidarlo.
Agustín Hernández, máximo exponente neuquino de la disciplina durante la última década, estuvo varias veces cerca del retiro. Medallista panamericano, habitué de la selección y campeón Sudamericano, tuvo que hacer las valijas y representar a Unión de Santa Fe.
Sin una pileta olímpica (de 50 metros), será difícil que la natación neuquina siga por este camino de bonanza. Agustín resistió y encontró ese atajo en otro lugar, pero el camino más fácil suele ser el retiro. Sin una infraestructura acorde, la distancia entre las marcas se agranda, los malos resultados desmoralizan y ahí llega el “no va más”. Está claro que no se trata de una obra de “dos mangos”, pero al menos debería ser proyectada. Caso contrario, los Duartes o Paraltas guardarán la gorras de recuerdo o representarán a clubes de otras provincias.
Evidentemente el básquet neuquino tiene talento y también merece cuidados intensivos: Juan Cruz Conte Grand y Manu Rodríguez entrenan con la preselección U19. Natassja Kolff fue definida por el DT Gregorio Martínez como un “diamante el bruto” y ya marchó a España. Gianella Espedale tiene 15 años, pisa seguido el Cenard, hace 100 puntos por fin de semana y en cualquier momento se va. Jazmín Eraso ya se fue a Berazategui. Agustín Pérez Tapia jugó su primera Liga Nacional con la misma calidad que mostró en las tablas del Malvinas Argentinas y fue revelación. Y en el Federal asoman nombres como Juan Larraza, Nico Reyero o Dranzen Sinigoj…
Sin clubes en “grandes ligas”, el Federal es un torneo que se queda corto en la rama masculina y no va de la mano con ese talento que brota en las canteras. La economía complica, es cierto. Pero también es verdad que no hay un apoyo continuo y estudiado que permita proyectar.
Un puñado de partidos en el Federal Femenino sirvió para ratificar que la actividad goza de muy buena salud. Tres equipos, Centenario, Biguá e Independiente, es una cifra importante si se toma en cuenta que son 30 en todo el país. Con diferentes objetivos, llegaron refuerzos y le dieron un salto de calidad a la competencia, pero lo más importante es que se confirmó que acá hay básquet del bueno: Guadalupe Soto estaba a la vuelta de la esquina y la rompió en Biguá, y a Julia Bosque no le tembló la mano para hacer más de 20 puntos rodeada de chicas que llegaron de otros lugares.
Infraestructura
Una piscina de 50 metros no se hace de la noche a la mañana, pero debería ganarse un lugar entre las prioridades. Finalizar las obras en el patinódromo de la federación o reparar las pistas existentes es un objetivo que podría cumplirse a corto plazo. Mejorar las canchas de básquet y agregar playones con aros nunca está de más…
En los últimos años, las obras deportivas de la provincia tuvieron (y tienen) un caballito de batalla: las canchas de césped sintético. Prometidas de a 50, 70 o más de 100 durante las campañas, se desparramaron en todo el territorio. En algunos casos, nobleza obliga, cambiaron la historia de los clubes. Pero en otros, suena a exceso. Varias se colocaron sobre espacios que supieron tener buen césped natural (Afuven, Sapere, Don Bosco) y es ahí donde surgen las dudas y la pregunta: ¿Valió la pena la inversión? En el medio, otra cuestión: está comprobado que el riesgo de lesiones es muy superior en el sintético.
Está claro que la movida sintética seguirá, pero sería interesante intercalar y atender otras obras que, tal vez, requieran más celeridad y tienen que ver con esos deportes que atraviesan por un buen momento y merecen cuidados intensivos.
Las versiones dicen que esa necesaria piscina olímpica estaría dentro de un gran complejo que incluye un megaestadio de fútbol (similar al de Santiago del Estero), en la zona del tercer puente, camino a Centenario. Podrían modificar el plan y empezar por el rectángulo de agua…
Si de básquet se trata, la dirigencia de Independiente tiene como prioridad La Calderita, un proyecto para hacer la cancha II en Perito Moreno y José Rosa. Con las categorías desbordadas y el cartel de ser el único club que presenta equipos en los dos Federales, sus directivos creen que es posible. Sería un mix estatal-privado que serviría para potenciar una actividad que es marca registrada en la zona y el país.
Competencia
“Prefiero perder por 20 con Buenos Aires y no ganarle por 30 a Tierra del Fuego o alguna región de Chile”. La frase, de un entrenador de Básquet, grafica a la perfección una realidad: en Neuquén, los objetivos deportivos y sus competencias, a veces pierden el rumbo. Se gastan demasiadas energías en torneos regionales como los Juegos Epade y los Juegos de la Araucanía, y se pierden de vista los nacionales. Para ser potencia, hay que medirse con las potencias y es ahí donde se debe apuntar.
Si Jazmín Eraso marchó a Berazategui fue porque salió campeona Argentina U19 y ahí quedo marcada. Si Giane Espedalle está en la órbita nacional, es porque la rompió en un Argentino de Clubes con la camiseta de Centro Español. Está claro que las regionales son buenas medidas y se ganaron su lugar en el calendario. Pero fijar los objetivos hacia esos compromisos como prioridad y encima, con presupuestos muy altos, es equivocar el camino.
Restricciones, diferencias y billetes
Deportes tuvo su capítulo en las restricciones informadas el viernes pasado y se anunció un aporte de 35 millones de pesos, destinado a clubes (con un tope de 100.000 pesos) y atletas (50.000). Calificado por el ministerio como “histórico”, las entidades esperan una mano que no llegó durante el primer año de pandemia.
Desde marzo 2020, cuando todo se frenó, el económico fue un tema desgastante y polémico. Los equipos que compitieron a nivel nacional quedaron en la cuerda floja y la mayoría de sus dirigentes clamó por el cumplimiento de los pagos.
Gigantes del Sur, un proyecto dependiente del estado en 80-90 %, desapareció y aunque el momento de la baja dijeron es un “hasta pronto”, la realidad es que el plantel quedó a la deriva. En medio de un pacto de silencio, se salió del libreto Camilo Soto, el DT, quien largó desde Qatar: “Hace más de un año que tuvimos que parar, pero también hace un año que ni jugadores ni cuerpo técnico han recibido ningún salario”. Esta situación se replica en otros equipos que todavía tienen deudas y que, en algunos casos, se quedaron sin competencia nacional, como Centro Español de Plottier y Pacífico.
En contrapartida, el gobierno sostuvo el plan de becas y los deportistas, con algún retraso, reciben sus aportes. Habrá continuidad este año y se suma a esos 35 millones de pesos no reintegrables que ayudarán a los clubes.
El anuncio se dio en una semana agitada en cuanto a las restricciones. En las medidas dadas a conocer por provincia el viernes 14 de mayo, luego de una reunión en Ciudad Deportiva, hubo consenso para realizar algunas actividades durante ese fin de semana. Sin embargo, el sábado 15 entraron en escena las medidas municipales y todo se suspendió.
En una clara muestra de las diferencias que existen entre los funcionarios deportivos, la historia siguió con otra cumbre en Ciudad Deportiva. Y fueron los dirigentes de los clubes quienes decidieron cerrar las puertas. Fue tomado como un gran gesto, aunque la realidad es que primó el sentido común y quedaron expuestos los dispares mensajes que bajaron desde provincia y municipio.