Cuando era chico, tuvo que elegir y mal no le fue. José Rickemberg dejó una marca en Cipolletti, se consolidó como titular en una época en la que la titularidad era para los de afuera y metió una buena carrera en el fútbol zonal. Retirado hace tiempo, se involucró en otra pasión: el deporte adaptado. Y en las últimas horas fue nombrado como coordinador del área en la Federación de Básquetbol del Neuquén, a partir de una iniciativa nacional de la CABB.
En una entrevista con Se respira básquet (750 Neuquén), José lo blanqueó: “Cuando era chico le hacia a las dos cosas. En realidad practicaba natación, gimnasia deportiva, básquet y fútbol… En un momento tuve que elegir, sabía que no iba a ser alto (risas) y me fui para el fútbol”.
Desde el momento que colgó los botines, hace 13 años, Rickemberg se propuso una nueva meta y fue por ella. “Cuando dejé me metí de lleno con esta actividad. Estoy en el Ministerio de Deportes, en la dirección de actividades físicas para personas con discapacidad. Y ahí me encontré con Mauricio Santángelo, que es una referencia del básquet y me tiró la propuesta”, contó.
Como hay varios entrenadores y profesionales que ya realizan tareas con las diferentes modalidades del básquet adaptado e inclusivo, José investigó antes de dar el okey.
“Yo sabía y tenía contactos con ellos, hay referentes en básquet de silla de ruedas o para ciegos, pero en este momento se necesita una persona para que se pueda nuclear a todos. La idea es esa, coordinar a partir del conocimiento global”, afirmó.
En los últimos días, Rickemberg participó en las tres reuniones vía zoom que se hicieron con los encargados de la CABB. “Walter Garrone y Diego Brazzale, que están al frente a nivel nacional, están muy embalados y todos vamos atrás de ellos. En la primera reunión fuimos siete, después 15 y ahora ya somos 27, con todas las federaciones involucradas. Lo que siempre nos marca Garrone es que la capacitación es clave para llevar adelante el proyecto”, contó.
Entre los primeros pasos a nivel local, José relató que “tenemos que hacer un diagnóstico para ver cómo está toda la provincia”. De todos modos hay un relevamiento hecho: “Hay gente que lo desarrolla en Plaza Huincul y Cutral Co, en Neuquén están Antonela Benítez y Gisella Guerra con silla sobre ruedas y Gustavo Cartier con básquet para ciegos; en Chos Malal, Baaltazar Danese con multi discapacidad….La idea es hacer una reunión con todos y explicarle el proyecto para que se involucren. Es un gran desafío”.
En ese análisis previo, comentó que “hay gente que lo desarrolla en instituciones municipales, en escuelas especiales y otros, como una experiencia piloto que tuvimos en Centro Español con Mario Sepúlveda y Pato Denegri, durante dos años, de un básquet inclusivo multi discapacidad. Hay que darle un orden a todo eso y este tiempo de parate nos va a ayudar a hacer un correcto relevamiento”.
Si bien es cierto que hay competencias en el horizonte, Rickemberg expresó que “por ahora buscamos la base, lograr la mayor captación de gente para que puedan desarrollar el deporte. De esa masividad empiezan a surgir los destacados, pero sería para más adelante”.
“Estamos muy entusiasmados, hay mucha gente del básquet involucrada y lo importante acá es que si bien la CABB tiene pensada una alta competencia, es clave darle prioridad a lo social y que cada uno pueda hacer lo que le gusta”.
