La futuro inmediato de Gigantes del Sur en la Liga de Vóley Argentina está sentenciado y sólo falta la comunicación oficial. Sin avances en las negociaciones durante las últimas semanas y con la fecha de confirmación al caer (viernes 2 de octubre), la idea de poner un freno en la próxima competencia se impone y seguramente se anunciará en las próximas horas.
Hace menos de dos semanas, el ministro de Deportes, Luis Sánchez avisó que imitar a Bolívar era una alternativa. Desde ese momento no surgieron novedades y por eso la deserción cae de madura. A partir de la 2021-2022 habrá que ver si es posible retomar el proyecto. Ese es el objetivo de Las Águilas y también sería el del Dino neuquino.
En el medio de esta incertidumbre, la partida de Camilo Soto hacia Qatar para ser entrenador full time de la selección de Qatar, significó un duro golpe. Sumadas sus etapas como jugador y DT, el de Picún Leufú estuvo durante 15 temporadas en el equipo y sin dudas, con su salida se cayó una pata esencial.
Gigantes no es el único que duda en participar ya que hasta el momento sólo cinco equipos confirmaron su participación en la LVA, que ni siquiera tiene fecha de inicio. UPCN, que ya comenzó la pretemporada, su vecino Obras de San San Juan y Ciudad son los que ya dieron el visto bueno para continuar y el quinteto se completa con dos que vienen del ascenso: UVT, también de San Juan, y Paracao de Entre Ríos.
Si bien es cierto que hace un par de semanas algunas informaciones daban cuenta de una liga con 14 equipos, ni los clubes que estuvieron en primera ni los que fueron invitados confirmaron su presencia.
Ante esta situación no sería extraño que el calendario se retrase aún más y que todo pase para el 2021. En ese caso, se podrían reflotar algunos proyectos o algunos podrían encontrar la solución. ¿Entra Gigantes en ese grupo? Es una gran incógnita. La última liga dejó como saldo una muy buena producción (el equipo llego a semifinales) pero muchas polémicas con las cuestiones económicas que, incluso, todavía están lejos de arreglarse. Si en tiempos mas o menos normales se dieron esos inconvenientes, resulta imposible pensar en una continuidad en medio de una pandemia.
