El estilo Borro y las consecuencias en el básquet zonal

La pelota no pica, pero Borro hace ruido con sus decisiones. (El Litoral)

Por Cristian Helou

Fabián Borro asumió la presidencia de la Confederación Argentina de Básquet el 19 de diciembre de 2019 y exactamente tres meses más tarde, el 19 de marzo, se frenó todo. Pasaron casi seis meses y, a falta de pelotas picando en el parqué, el ruido llegó por otros lados. Y se multiplicaron.

La zona está atenta a cada paso del mandamás y si de la Federación de Neuquén se trata, siempre queda en el centro de la escena. De hecho la pelea entre Sergio Gatti (cercano a Borro y actual Secretario General de la CABB) y Jorge Comoli (alineado con Federico Susbielles) fue determinante para que el ex titular de la AdC llegue a la cumbre en la entidad madre del básquet nacional.

No hay dudas que Borro llegó a la CABB con la idea de producir una revolución. De movida, avanzó en la reforma del estatuto, que generó polémicas pero va camino a concretarse. Y en el mientras tanto se anotó otro poroto con el armado de un staff de entrenadores técnicos incuestionable: sigue el Oveja Hernández, incorporó a Pepe Sánchez, recurrió a Walter Garrone, sumó a Gregorio Martínez…..

Claro que como toda gestión, tiene cosas en el debe y ahí aparece la competencia. Está muy claro que se necesita un cambio y que hay que aumentar el número de clubes y jugadores, pero con los pasos que dieron Borro y Cía parece que toda la culpa la tiene el Torneo Federal. Lo quieren cambiar de manera abrupta con la baja de fichas mayores, intentan adosarle la Liga de Desarrollo –una apuesta que no funcionó- y lo ningunean con consultas básicas sobre dos cuestiones obvias: ningún equipo puede jugar a puertas cerradas y el 90 % de los que participan lo hacen porque se ven beneficiados por la regionalización.

La llegada de Borro, además, marcó una grieta en la Generación Dorada. Así como Pepe se subió al barco y coordinará las selecciones juveniles, Luis Scola fue letal en una entrevista al diario Clarín: ““Es muy difícil para mí estar involucrado en esta CABB”.

De nuevo en la región, tanto Neuquén como Río Negro están en el ojo de la tormenta. En la Liga Argentina, Centro Español y Petrolero son los únicos equipos que aún no presentaron los libre deuda. Y si del Federal se trata, sí lo hicieron Independiente y Centenario, pero no Pérfora y Pacífico.

Los cuatro del TFB ya manifestaron que están en desacuerdo con el nuevo formato del armado de los planteles e incluso, el Rojo, el Decano y el Verde se unieron con sus pares de Río Negro (Cipolletti, Sol de Mayo y Cinco Saltos) para mostrar su disconformidad. Cente no se sumó en este último pedido, pero antes envió una carta a la CABB en la que directamente solicitó que dejen el torneo como está.

En el medio, la Federación de Río Negro está intervenida. Y la de Neuquén, que debió tener elecciones en mayo y también escuchó rumores de intervención, por ahora zafa. ¿Será porque su presidente es Gatti? Es probable.

Lo que está claro es que las diferencias continúan y brotan cada tanto. De hecho, hace unas días, Borro le dio una nota a un medio de Entre Ríos y recordó al actual vice de la Federación local: “Hay gente que tiene que dar explicaciones, como Jorge Comoli, que tiene que entregar una rendición de una clínica de árbitros del torneo Federal. Hay que ver cuales son los pasos a seguir. Esperemos que vengan (también mencionó a un dirigente de Corrientes), pidan las disculpas del caso y que el dinero tenga donde tenga que estar: en las arcas de la Confederación”.

“Primero deben acostumbrarse a que hay una administración diferente y que tienen que hacerse cargo de las deudas”.

Es un tiempo raro, por la pandemia pero también por situaciones como estas. Las rispideces están a la orden del día y el futuro está lleno de incertidumbre. “Primero deben acostumbrarse a que hay una administración diferente y que tienen que hacerse cargo de las deudas”, dijo Borro en la misma entrevista.

Está claro que se vienen cambios y la formas fluctúan. A veces las palabras suenan imperativas y en otras ocasiones aparecen frases como: “No es que no queramos hacer cambios graduales” o “nosotros tenemos un proyecto a mediano y largo plazo”. El mensaje confunde pero la realidad está clara: el TFB no será igual a partir de 2021.

Se vienen cumbres decisivas. Ojalá que se imponga el diálogo, que se achique la grieta y que los clubes regionales puedan seguir con sus proyectos en el básquet nacional.

 

 

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