Si de palabra autorizada de básquet se trata, Enrique Tolcachier está en un grupo de privilegio. En una siempre presentación, podría decirse que es director técnico, pero lo suyo es mucho más abarcativo: nunca perdió la esencia de formador, tiene conocimientos en estructura de competencia y hasta le caería bien el cartel de dirigente.
En tiempos en los que se habla de un nuevo formato, con una importante modificación en los torneos, su opinión vale doble y tiró mucha data en una entrevista con Se respira básquet (750 Neuquén). Habló de tener en cuenta la característica de cada zona y pidió cuidar a los jugadores mayores, que podrían quedar en el camino si se lleva adelante un cambio muy drástico.
“Se habla de que una especie de unificación de la Liga de Desarrollo y el Torneo Federal, y si esto sirve para mejorar los aspectos de competencia, regionalización y participación de equipos formadores, bienvenido sea”, arrancó Tolca.
De todos modos, agregó que “lógicamente hay que pulir bien los detalles para que se beneficien todos. Si bien las regiones son muy disímiles en cuanto a conformación y cantidad de equipos que puedan estar interesados, la génesis debe ser la competencia de los todos los jugadores”.
A priori, en el nuevo mapa, los mayores perderían chances de seguir en acción y por eso Enrique afirmó que “se debe hacer un buen análisis y que todos tengan lugar. Ni cortarle la posibilidad a los mayores ni dejar de darle la chance a los juveniles”.
En ese sentido, tuvo una opinión contundente: “Nunca estuve a favor de los u 23 o 21, en mi concepto los que tienen 20 años ya son mayores y tienen que jugar en primera. Después podemos hablar de ocho o nueve fichas mayores… Todos lo demás son maquillajes de acuerdo a conveniencia de cada club o cada lugar”.
Y siguió: “Es muy difícil de compatibilizar eso. Acá hay que pensar en una reglamentación que perdure como mínimo cinco años y que los clubes se preparen con una camada para tener un panorama más claro. No se pueden cambiar las edades de manera constante”.
Tolca explicó que hay que analizar cada región y si “por ejemplo si voy a buscar una participación masiva de equipos en la Patagonia y tengo jugadores mayores de 24 años o una media de 27-28 años, no se pueden quedar afuera de la competencia. Hay que estudiarlo y analizar el contexto. Las reglas deben ser claras y deben ser beneficiados los clubes y jugadores que quieran participar”.
Como no podía ser de otra manera, Enrique recordó el Premundial del 2001, jugador en el Ruca Che, que marcó el inicio de la Generación Dorada. “Fue un icono y va a quedar en la historia. Recuerdo el furor y el fervor que sentimos por parte de la gente de Neuquén y la zona. El acompañamiento del público, tanto en la cancha como en los hoteles, fue impresionante. Nos costaba salir del hotel, cualquiera sea la hora”.
Comentó además que no le sorprendió que lo que llegó después de ese equipo inolvidable. “Hay una continuidad. Recuerdo que en un momento muchos pensaban que todo se terminaba. Pero a los jugadores que están ahora los tuve en la Sub 15 y en ese momento le dije a varios ‘tranquilos porque acá hay materia prima’. Por supuesto que no se puede certificar que se pueda ser campeón o se pueda ganar una medalla, pero estaba seguro de que íbamos a seguir arriba a nivel mundial”.
Una de las claves del éxito, sin dudas, estuvo en la continuidad de los nombres en los cuerpos técnicos. Todos dejaron los egos de lado y los carteles quedaron de lado.
“Hubo una concatenación donde los asistentes que recorrían un camino después tomaban el equipo. Fernando Duró, Rubén (Magnano), Oveja (Hernández), Julio (Lamas)….La importancia de estar en el ruedo internacional te da fortaleza”, dijo.
Pero esto no es nuevo para Tolca, quien explicó que “el cambio radical se dio cuando empezó la liga. Los entrenadores somos de prestarnos materiales. Mirá, en 1990, cuando se jugaba viernes y domingo, el sábado a la mañana el asistente del equipo rival me pasaba el video del último partido. Esa visión, esa mentalidad y confraternidad se da hace muchos años. Y además es una demostración de trabajo de equipo para los dirigentes y jugadores”.
Por último, se refirió a Fabián Borro, presidente de la CABB desde diciembre. “Lógicamente ha sumado pergaminos y especialmente experiencia porque viene de ser presidente de un club, de la Federación de Capital y de la Asociación de Clubes. Creo que tenemos que acompañarlo, siempre y cuando sea en beneficio de la actividad. Hay que debatir y no cerrarse en un ambiente chico porque el básquet se construye entre todos y hay que tener la cabeza abierta para sentarse y escuchar a dirigentes, árbitros, jugadores, todos los que conforman la familia del básquet”.
